Gordon Hoggan con el casco del soldado que mató.
AFPBUENOS AIRES.- "Claro que quiero el casco", dijo Miguel Galarza, el padre de un soldado argentino caído durante la guerra de las Malvinas por un bayonetazo de Gordon Hoggan, un veterano escocés que necesitaba hallar a la familia de su víctima para cerrar un capítulo oscuro de su vida.
El diario Clarín anunció el martes que halló a la familia del soldado argentino muerto en la guerra contra Gran Bretaña de 1982 luego de conocer las intenciones de Hoggan en una entrevista con AFP divulgada el 6 de noviembre.
"Estoy feliz, creo que esto significará el cierre para mí", dijo Hoggan a la AFP este martes tras enterarse de que la familia del soldado argentino está dispuesta a encontrarse con él.
Por el momento el veterano británico dice que camaradas argentinos le han asegurado que lo protegerían si realiza el viaje al país trasandino, el cual aún no tiene fecha.
Gordon Hoggan sirvió en la guerra de las Malvinas y en el asalto al monte Tumbledown mató a un argentino cuya identidad desconocía hasta ahora.
La imagen del joven argentino reapareció como un fantasma para atormentarle durante años y tal como explicó a la AFP en Derby (Gran Bretaña), se propuso encontrar a la familia del soldado y devolverle su casco.
"Tras semanas de búsqueda, chequeos y confirmaciones con especialistas en estrategia y desarrollo de combates, y tras el testimonio clave de un capitán de navío, Clarín pudo confirmar que el soldado argentino cuya familia busca un veterano británico (...) era el dragoneante del Batallón de Infantería de Marina 5, José Luis Galarza", publicó el diario.
El padre de Galarza, Miguel, vive en Duggan, un pueblito de nombre inglés en la ciudad de San Antonio de Areco, a 120 kilómetros al noroeste de Buenos Aires.
"Lo recuerdo como estaba, así", dijo Galarza enseñando una de las fotos del chico que tenía 20 años y se había recién alistado a hacer el servicio militar cuando lo sorprendió la guerra.
Hoggan, del 2º Batallón de la Guardia Escocesa, recuerda con una precisión angustiosa cómo fue que llegó a matar al soldado argentino en el monte Tumbledown, una posición estratégica cerca de Puerto Argentino, donde se realizó una de las últimas batallas de aquel conflicto.
"Lo maté con la bayoneta. Eran dos en una cueva. Nos acercamos sigilosamente pero los alertamos al entrar. Saltaron y disparé mi rifle. Estaba encasquillado y no tenía tiempo de sacar el cargador y resolverlo, así que me abalancé con la bayoneta, se la clavé en el cuello y no le di tiempo a dispararme", recordó.
Hoy tiene 55 años y sufre estrés post traumático, pesadillas y temblores y por ello se propuso cerrar un capítulo de su vida: devolver el casco del muchacho a su familia y explicarles que en aquella cueva, el 13 de junio de 1982, sólo pudo hacer lo que hizo.
El martes Hoggan dijo que sabía que tanto la familia de Galarza como la asociación de veteranos del regimiento al que pertenecía su víctima quieren reencontrarse con él.
"Quiero seguir adelante y hacerlo (viajar). Quiero vencer a mis demonios", apuntó.