En la foto, Juan Manuel Santos.
APBOGOTÁ.- El presidente Juan Manuel Santos defendió este domingo su estrategia de negociar con las FARC sin declarar una tregua en Colombia, tras la liberación de tres cautivos y la insistencia de esa guerrilla en un "armisticio" que evite nuevas interrupciones en el proceso de paz.
"Tengo la convicción de que negociar en medio del conflicto ha sido la mejor manera de preservar los elementos esenciales del Estado y evitar que las conversaciones se conviertan en un ejercicio interminable", dijo Santos en un comunicado tras la liberación del general Rubén Alzate y otros dos retenidos por las FARC hace dos semanas.
Los diálogos de paz con las FARC, la principal guerrilla de Colombia y la más antigua del continente, tienen lugar en Cuba desde hace dos años sin un alto al fuego en el terreno.
Santos, que suspendió las conversaciones tras la captura de Alzate y sus acompañantes en el aislado departamento de Chocó, dijo que evaluará con los delegados de paz del gobierno la reanudación del proceso de paz. "Me reuniré con los negociadores para discutir los términos de su regreso a La Habana", indicó.
Sobre la liberación de Alzate, el cabo Jorge Rodríguez y la abogada Gloria Urrego este domingo, Santos también dijo que "contribuye a recuperar el clima propicio para continuar los diálogos, demuestra la madurez del proceso y nos permite unir nuestra voz a la de millones de colombianos que expresan su solidaridad con los liberados".
Tras la entrega de los cautivos a una misión humanitaria, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) instaron a Santos a "rediseñar las reglas de juego" de las negociaciones para que "ningún suceso bélico en los campos de combate" justifique una nueva interrupción. “Es hora del cese bilateral del fuego, del armisticio", subrayó el grupo rebelde desde La Habana en un comunicado.
Las FARC han insistido desde hace meses en que es necesaria una tregua en Colombia para facilitar el proceso de paz en Cuba, una propuesta que Santos siempre ha rechazado por considerar que sería aprovechada por la guerrilla para fortalecerse.
El viernes pasado, ante el congreso nacional del poderoso gremio de los ganaderos, el presidente dio tres razones para que no haya un cese al fuego hasta el final de los acuerdos. Primero, dijo, por las "nefastas" experiencias pasadas de verificación, complicadas por la intricada geografía colombiana. En segundo lugar, porque hace que las negociaciones se prolonguen "indefinidamente", lo cual consideró un "incentivo perverso". Y finalmente, por un simple elemento de vanidad personal.
"Yo no voy a pasar a la historia como otro presidente ingenuo que creyó en esa gente y les dio unas concesiones que después ellos aprovecharon, se quedaron con las ganancias y continuaron con su lucha", enfatizó.