WASHINGTON.- El presidente estadounidense, Barack Obama, quiere que más policías estén equipados con cámaras en sus uniformes y ordenó que se revise el suministro de armas militares excedentes a los agentes, informó este lunes la Casa Blanca tras la reunión del mandatario y su gabinete para estudiar la situación de Ferguson.
Obama quiere destinar 75 millones de dólares en los próximos tres años para equipar con 50.000 cáramas los uniformes de los policías, apuntó la Casa Blanca tras la reunión. Para esta y otras iniciativas relacionadas con la policía pedirá que el Congreso destine un total de 263 millones de dólares.
El presidente se reunió con su gabinete para estudiar la situación en la ciudad de Ferguson, estado de Missouri, en la que hace casi cuatro meses un policía blanco mató a un joven negro que iba desarmado, desatando una ola de protestas.
La decisión del gran jurado de no abrir un proceso penal contra el policía desató nuevos disturbios la semana pasada.
Tras la dura respuesta de la policía a los manifestantes de Ferguson después del asesinato del joven, Obama ordenó que se revisaran los programas que permiten que la policía civil compre equipamiento militar al gobierno federal.
Según fuentes gubernamentales, esas revisiones muestran que la mayor parte de las compras no están relacionadas con armas, aunque los policías pudieron adquirir pequeñas armas, gafas de visión nocturna, vehículos y otros equipos del Pentágono y otros cuerpos.
Ahora Obama pedirá a los servicios de seguridad del gobierno, la policía y los líderes de las comunidades que en 120 días elaboren un programa para crear estándares comunes y evitar el mal uso de ese equipo.
El presidente también creará una unidad para la "policía del siglo XXI", dirigida por el comisario de policía de Philadelpia, Charles Ramsey, y la profesora de criminología y derecho de la universidad de Virginia Laurie Robinson.
Obama recibirá más tarde en la Casa Blanca también a jóvenes activistas por los derechos civiles, a policías, religiosos y políticos locales de todo el país, para hablar sobre las posibilidades de mejorar la confianza entre la población negra y los agentes de la ley.
Michael Brown murió el 9 de agosto tras un enfrentamiento con un policía blanco. La muerte del joven de 18 años generó una serie de disturbios en la ciudad de 20.000 habitantes.