BRASILIA.- El ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa ratificó el martes sus testimonios sobre un esquema de corrupción en la petrolera estatal, aunque dijo que el pago de sobornos es un hecho común en Brasil.
En una declaración ante una comisión del Congreso que investiga el tema, Costa dijo también estar arrepentido de formar parte de ese esquema.
"Lo que pasó en Petrobras pasa en todo Brasil. En las carreteras, las ferrovías, los puertos, aeropuertos, las hidroeléctricas, eso ocurre en todo Brasil. Es sólo averiguar", dijo en su declaración.
Costa, en prisión domiciliaria, está acogido a un régimen que le permite reducir sus penas a cambio de delatar y dar a conocer hechos concretos del caso, bajo secreto, por lo que su declaración ante el Congreso la realiza de forma limitada.
Según su testimonio ante la policía y la justicia, que se ha filtrado parcialmente a la prensa, el exdirectivo ha dicho que empresas constructoras formaron un cártel para rotarse los contratos con Petrobras, y pagaban un sobreprecio a cambio de adjudicarse las obras y ese dinero era destinado a políticos e intermediarios.
En este esquema han sido involucrados algunos militantes y directivos del gobernante Partido de los Trabajadores (PT, izquierda), así como de partidos aliados, quienes han rechazado las acusaciones.
Ante el Congreso, sin dar detalles, Costa ratificó todo lo afirmado. Aseguró que se acogió al régimen de "delación premiada" para "limpiar su alma" y a pedido de su familia, porque "él sólo no iba a pagar por todo" lo que ocurrió.
Costa, que trabajó 35 años en la firma, dijo que desde el gobierno de José Sarney -cuando retornó la democracia a Brasil en 1985- hasta el de Dilma Rousseff, siempre se ha necesitado apoyo político para llegar a ser director de Petrobras.
"Infelizmente, acepté una indicación política para asumir como director de Abastecimiento. Estoy extremadamente arrepentido de haber asumido eso (...). Acepté ese cargo, y ese cargo me dejó donde estoy hoy. Lamentablemente ya sucedió, estoy arrepentido y quisiera no haberlo hecho", agregó.
La sesión en el Congreso tuvo como fin hacer un careo con el exdirector del área Internacional de Petrobras, Nestor Cerveró, quien reiteró que desconocía la existencia de un esquema de corrupción.
El escándalo destapado este año en Petrobras, la mayor empresa de Brasil, involucraría desvíos de cerca de 4.000 millones de dólares en una década, una cifra que se acerca al presupuesto anual de algunos países.