BRUSELAS.- El Consejo de Ministros belga celebrará hoy una reunión extraordinaria para acordar la organización de los funerales de la reina Fabiola de los belgas, viuda de Balduino I, que falleció el viernes a los 86 años en el palacio de Stuyvenberg de Bruselas.
Los funerales tendrán lugar, según detalla el diario francófono "Le Soir", previsiblemente a finales de la próxima semana, mientras que aún está por decidir también si se decretará un duelo nacional, algo que es responsabilidad del Gobierno, un duelo que en el caso de la trágica muerte de la reina consorte Astrid, fallecida en un accidente de tráfico en 1935, duró una semana.
Fabiola de Mora y Aragón, la reina de los belgas durante más de treinta años por su matrimonio con Balduino I, falleció en la noche del viernes en el mismo palacio anexo al de los reyes Felipe y Matilde donde vivió con gran discreción los últimos años de su vida.
Numerosos ciudadanos se acercaron nada más conocerse la noticia a la puerta del palacio de Stuyvenberg para entregar flores en muestra de respeto y cariño hacia una reina que fue muy querida por los belgas.
Fuentes del Palacio Real indicaron a Efe que aún no se ha tomado una decisión respecto a los funerales y que, por el momento, tanto Felipe y Matilde como los reyes Alberto y Paola, padres del actual monarca de los belgas, y otros miembros de la familia real, han velado a Fabiola en el mismo lugar donde falleció.
"El Gobierno está a la espera. La familia real es quien debe dar a conocer sus deseos. Una vez se conozcan las voluntades, el Gobierno se reunirá para organizar los funerales", señaló por su parte Barend Leyts, portavoz del primer ministro belga, Charles Michel.
La última aparición pública de Fabiola data del 31 de julio de 2013, cuando participó en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula de Bruselas en un homenaje con ocasión del vigésimo aniversario de la muerte de su esposo, Balduino, en el que quiso estar presente a pesar de su delicado estado de salud y de que se desplazaba en silla de ruedas.
Fabiola sufría de osteoporosis y de problemas respiratorios y no pudo en ese homenaje descender a la cripta en la que se encuentra enterrado su esposo.
La prensa belga dedica hoy sentidos titulares como "Fabiola, reina de corazón", que comparten "La Libre Belgique" y "La Dernière Heure", o "Una joven ha muerto", del diario "Het Belang van Limburg", que destaca el humor de la reina de origen español.
El editorialista de "La Libre Belgique" Francis Van de Woestyne subraya que "muy rápido, en esta Bélgica gris, la reina Fabiola aportó el sol de su país, la sonrisa de su familia, la fuerza de su educación", y que "en sólo unos pocos meses, ayudó a su esposo a amar su profesión de rey".
Balduino I y Fabiola de Mora se conocieron en Madrid, la ciudad donde ella nació, en junio de 1960, y en diciembre de ese mismo año contrajeron matrimonio en la catedral de Bruselas.
Fabiola se convirtió así en la quinta soberana de una dinastía fundada en 1830 y en la única reina de origen español en toda la historia de la realeza belga, aunque nunca pudo tener descendencia y sufrió cinco abortos.
Aunque dejó de ser reina de los belgas, conservó el título de reina Fabiola y, tras el fallecimiento de su esposo, pasó a ocupar un segundo plano dentro de la familia real belga, pero no dejó de asistir a numerosos actos sociales, religiosos y musicales.
Retirada de la vida pública, el nombre de Fabiola volvió a ocupar las primeras páginas de la prensa en 2012, cuando salió a la luz que, con su fundación privada "Fons Pereos" en Bélgica, podía evitar que sus herederos pagaran impuestos de sucesión, una iniciativa que finalmente quedó disuelta.