MANILA.- Los 12 millones de habitantes de Manila se preparaban este lunes para la llegada de Hagupit, un tifón rebajado a tormenta tropical, que en tres días causó la muerte de 21 personas y destruyó miles de viviendas en Filipinas.
Hagupit tocó tierra el sábado con vientos de 210 km/h pero con el paso de las horas su fuerza fue disminuyendo y el lunes fue rebajado a tormenta tropical.
Según la agencia meteorológica nacional Pagasa, Hagupit, que se dirigía hacia Manila con vientos de 110 km/h, llegará a la capital filipina por la noche.
"Estamos en estado de alerta", declaró el alcalde de Manila, Joseph Estrada. "Lo que más nos preocupa son las inundaciones", añadió.
Decenas de miles de personas, en particular en las zonas marginales en el litoral, se refugiaron en las escuelas y los albergues de emergencia instalados por las autoridades.
El aeropuerto de Manila suspendió decenas de vuelos comerciales.
Hasta el momento el tifón Hagupit fue menos destructor de lo que se temía, sobre todo en comparación con Haiyan, que el 8 de noviembre de 2013 había causado más de 7.350 muertos en el este del país.
Hagupit, el tifón más fuerte de este año, destruyó miles de viviendas en localidades aisladas, inundó numerosas ciudades, derribó postes eléctricos y causó deslizamientos de terreno que cortaron las carreteras.
De las 21 víctimas mortales, 18 perecieron en la isla oriental de Samar, indicó la Cruz Roja filipina.
Dieciséis personas murieron en Borongan, una de las principales ciudades de la costa este de Samar, dijo a la AFP Gwendfolyn Pang, secretaria de la Cruz Roja.
Por ahora no se puede saber si ese balance es definitivo, agregó Pang.
El gobierno dijo por su parte que el gigantesco plan de evacuación preventivo organizado desde el viernes pasado había salvado numerosas vidas.
En Tacloban, una localidad de 220.000 habitantes que fue una de las más afectadas por el tifón de 2013, no hubo víctimas.
"Hubo un suspiro colectivo de alivio. Estábamos mejor preparados después de Yolanda", nombre filipino de Haiyan, dijo Jerry Yaokasin, el alcalde adjunto.
Filipinas, un país en desarrollo de 100 millones de habitantes, registra anualmente un promedio de veinte tifones.
Por su situación geográfica, el archipiélago es la primera masa terrestre importante que encuentran los tifones que se forman en el océano Pacífico.
Los científicos estiman que la virulencia de las tormentas y tifones se debe al cambio climático de los últimos años.
El director ejecutivo de Greenpeace, Kumi Naidoo, lanzó un llamado a los delegados que participan en la conferencia de Lima sobre el clima a tomar medidas.
"La naturaleza no negocia. Debemos despertarnos. El tiempo apremia", dijo Naidoo.