PRETORIA.- La jueza que condenó al campeón paralímpico Oscar Pistorius a cinco años de cárcel por el homicidio involuntario de su novia anunciará el miércoles si acepta la petición de apelación de la fiscalía, indicó ella misma el martes al término de una audiencia.
"¿Están libres mañana (miércoles) a las 09:30 horas (local)?", preguntó la magistrada Thokozile Masipa a la fiscalía y la defensa. Ambas partes asintieron. "Quiero pensarlo", agregó la jueza.
Durante la audiencia de tres horas ante un tribunal de Pretoria, el fiscal Gerrie Nel expuso sus argumentos contra el fallo de Masipa, diciendo que "las consecuencias de su acto tendrían que haber sido tomadas en consideración".
Pistorius, que pasó su 28 cumpleaños en la cárcel, no estaba presente en la audiencia.
Nel consideró que la condena de cinco años era "inapropiada" y que además creaba un precedente inquietante para la jurisprudencia nacional.
"No se trata de alguien que disparó ciegamente o desorientado", sostuvo el fiscal.
"Afirmamos que el elemento de clemencia" en el fallo de la jueza "fue exagerado", agregó el fiscal.
Masipa había considerado que Pistorius había "actuado de forma muy negligente" cuando disparó contra la puerta del baño donde se encontraba su novia pero no retuvo la voluntad de matar.
Pistorius mató a su novia Reeva Steenkamp el 14 de febrero de 2013 de cuatro balas disparadas a través de la puerta del baño, donde ella se había encerrado.
El atleta dijo que la mató por error, al creer que era un ladrón.
La cuestión está en saber si el acusado, en el momento de disparar, era consciente de que podía matar. Si la respuesta es afirmativa, entonces la jueza tendría que haberlo hallado culpable de asesinato, estima la fiscalía.
La jueza estimó que Pistorius "sabía que el baño era un espacio reducido y que no había ningún medio de escapar para la persona detrás de la puerta", pero concluyó que el atleta paralímpico no era culpable de asesinato, sino de imprudencia.
El joven empezó a purgar su pena en octubre en un ala medicalizada de la prisión central de Pretoria. La fiscalía calculó que podría salir en libertad bajo control judicial al cabo de diez meses.