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Australia: Investigan por qué secuestrador de Sydney tenía permiso de portar armas

Tony Abbott cuestionó que el clérigo de origen iraní responsable de la violenta acción ocurrida en esa ciudad contara con distintos beneficios, pese a su historial.

17 de Diciembre de 2014 | 05:10 | EFE
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El ''clérigo'' iraní Man Haron Moris, responsable del rapto, contaba con múltiples beneficios como residente en Australia.

AP (archivo)

SYDNEY.- El Primer Ministro de Australia, Tony Abbott, mostró su asombro este miércoles frente al hecho que el autor del secuestro de 17 personas ocurrido el lunes en un café de Sydney poseía licencia para portar armas, pese a su historial reñido con la justicia.

¿Qué hacía con una licencia para portar armas? ¿Cómo se le obsequió con el permiso de residencia permanente? ¿Por qué se permitió que se beneficiara de los servicios sociales?", se preguntó el jefe de Gobierno, quien solicitó aclarar cada tema a las agencias gubernamentales responsables.

Abbott cuestionó que el secuestrador, el "clérigo" iraní Man Haron Monis, quien fue abatido por la policía, haya contado con facilidades de este tipo incluso después de haber sido involucrado en violaciones a la ley.

Extraña libertad

El autor de la violenta acción había sido procesado por enviar cartas ofensivas a familiares de militares australianos muertos en Afganistán y fue acusado de cometer al menos 40 abusos sexuales en una "clínica" en la que operaba como autoproclamado "sanador espiritual". También fue involucrado en la muerte de su esposa.

Pese a ello, se encontraba en libertad bajo fianza cuando protagonizó el hecho que mantuvo en vilo a Sydney durante 16 horas.

Autoridades de Irán, en tanto, afirmaron que habían advertido a sus similares australianas sobre la inestabilidad mental del hombre.

El secuestro derivó en la muerte de Katrina Dawson, abogada de 38 años de edad y madre de tres niños, y Tori Johnson, de 34 años.

En los últimos dos días se han multiplicado los homenajes públicos en el lugar en el que se produjo la tragedia, el café Lindt, donde cientos de personas depositaron flores.

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