PARÍS.- El vicepresidente del ultraderechista Frente Nacional (FN) francés, Florian Philippot, acusó hoy al Gobierno de "debilidad" ante el ascenso del islamismo radical, tras dos acciones violentas registradas durante el fin de semana en el país y atribuidas a yihadistas.
"Creo que el Gobierno no lucha con todas las armas contra estos actos y ni siquiera lo califica de islamismo radical", aseguró el número dos del conglomerado de Marine Le Pen en el canal de televisión "iTélé".
Philippot reaccionó así a dos hechos violentos protagonizados por dos individuos que cometieron agresiones violentas en dos ciudades del país y, según algunos testimonios, gritaron en árabe "Alá es grande".
Así, el pasado sábado, un hombre entró en una comisaría de Joué-les-Tours, a 250 kilómetros al sur de París, y agredió a tres agentes con un arma blanca.
Según algunos testimonios, el individuo, que no estaba fichado por motivos de radicalismo islámico pero sí de pequeña delincuencia, gritó "Alá es grande".
Un día más tarde, otro individuo atropelló de forma deliberada a once personas en el centro de Dijon, en el este del país, y gritó, según algunos testimonios, las mismas palabras y mostró su apoyo a los niños asesinados en Palestina durante el conflicto en la Franja de Gaza.
El Ministerio del Interior no confirmó oficialmente la motivación islamista de estos dos hechos y aseguró que se investigan.
Philippot consideró "laxa" la actitud del Gobierno al no querer reconocer que tras esos atentados "hay una ideología fanática, que es la del islamismo radical".
El dirigente consideró que este tipo de actos ocurre "cuando no se tiene el control de las fronteras" y se permite la entrada de inmigrantes.
Aseguró que para combatir esta deriva es preciso "expulsar a todos los imanes que hagan declaraciones radicales".