CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco celebró este miércoles en la basílica de San Pedro antes de medianoche la segunda Misa de Gallo de su pontificado durante la cual instó a los católicos a responder con "ternura" ante las dificultades del mundo.
En la misa llamó a abandonar "actitudes de cerrazón" así como "la arrogancia" y la "soberbia", límites que confesó hallar inclusive entre sus colaboradores en el gobierno de la Iglesia.
"¿Tenemos el coraje de acoger con ternura las situaciones difíciles y los problemas de quien está a nuestro lado, o bien preferimos soluciones impersonales, quizás eficaces pero sin el calor del Evangelio?", interrogó el Papa durante la solemne homilía. ¡Cuánta necesidad de ternura tiene el mundo de hoy!", clamó ante los miles de peregrinos y centenar de concelebrantes que asistían a la ceremonia.
La tradicional misa duró menos de dos horas, durante la cual el Pontífice explicó el significado del nacimiento de Jesús para los cristianos.
"Una luz que irrumpe y disipa la más densa oscuridad", resumió. Además, invitó a los católicos a ser humildes, tiernos, abiertos.
"La vida tiene que ser vivida con bondad, con mansedumbre", recalcó, quien denunció el lunes con inédita dureza el "Alzheimer espiritual", la "esquizofrenia existencial", el "endurecimiento mental y espiritual" y la "indiferencia" que azotan a la jerarquía de la Iglesia católica, en particular a la Curia Romana, el gobierno central.
A los miles de peregrinos y turistas que asistieron a la solemne misa en el mayor templo del catolicismo, el Papa los instó a pedir "la gracia de la ternura en las circunstancias más duras de la vida", dijo.
"Concédeme la gracia de la cercanía en las necesidades de los demás, de la humildad en cualquier conflicto", recalcó.
Al término de la eucaristía, el Sumo Pontífice depositó la imagen del Niño Jesús en un pesebre instalado dentro de la basílica vaticana.
"También nosotros, en esta noche bendita, hemos venido a la casa de Dios atravesando las tinieblas que envuelven la tierra, guiados por la llama de la fe que ilumina nuestros pasos y animados por la esperanza de encontrar la 'luz grande'", dijo.
El Papa argentino, que tiene programado un año intenso para el 2015 con una serie de viajes, está preparando una encíclica sobre el medio ambiente, la celebración de un segundo sínodo sobre los desafíos de la familia moderna y también está liderando la reforma de la Curia, que genera muchas inquietudes internas.
El Pontífice, que defiende una Iglesia pobre para los pobres, impartirá el jueves 25 la bendición navideña desde el balcón de la basílica de San Pedro y divulgará su mensaje "Urbi et Orbi", con el que los papas suelen llamar a la paz.