Budistas indonesios rezan en la provincia de Aceh por las víctimas del tsunami un día antes del décimo aniversario de la catástrofe.
APINDONESIA.- Diez años después del tsunami que acabó con la vida de 220 mil personas y asoló las zonas costeras de 14 países en el sudeste asiático, miles de personas asistirán el jueves a una ceremonia conmemorativa en la provincia indonesia de Aceh, epicentro del desastre.
Los supervivientes del tsunami y el personal que participó en las tareas de rescate presidirán un encuentro que reunirá a varios miles de personas en la gran mezquita de Baiturrahman, en Banda Aceh.
El gobernador provincial pronunciará unas palabras en la mezquita, uno de los pocos edificios que resistió los envites del sismo que dejó 170 mil muertos y desaparecidos solo en ese país.
El 26 de diciembre de 2004, un terremoto de magnitud 9,3 en la escala Richter provocó una serie de gigantescas olas que barrieron las costas de Indonesia, y llegaron hasta países como Tailandia, Sri Lanka o Somalia.
Entre las víctimas se encontraban miles de extranjeros que pasaban las vacaciones de Navidad en esta región de playas soleadas, llevando la tragedia a hogares de todo el mundo.
"Esperamos que los sobrevivientes y sus familias sean fuertes y se mantengan vigilantes ante futuras catástrofes", dijo Azhari Hasan, presidente del comité para el aniversario del tsunami.
En Meulaboh, un pueblo pesquero considerado la zona cero del desastre, hasta donde llegaron olas de 35 metros de alto, las banderas ondeaban a media asta y los habitantes se preparaban para vigilias nocturnas.
Pero las principales conmemoraciones se esperan para el viernes por la mañana, primero en Aceh, donde las olas llegaron en primer lugar, y después en Tailandia, donde se espera que se enciendan miles de velas en las turísticas playas de Phuket y Khao Lak.
También habrá eventos de conmemoración en Sri Lanka y en varias capitales europeas, para recordar a los extranjeros que perecieron en la tragedia.
En Tailandia, 5.395 personas perdieron la vida, la mitad de ellas, turistas extranjeros.
"Llegó el agua... Había cristal, metal, trozos de madera, ladrillos, era como estar en una lavadora llena de clavos", explicó el sobreviviente británico Andy Chaggar, que se encontraba en un bungalow en la playa de Khao Lak cuando el tsunami golpeó la costa y perdió a su novia en el desastre.
Mientras iba conociéndose la magnitud del desastre, los países más afectados luchaban para movilizar los efectivos de rescate, mientras miles de cuerpos se amontonaban bajo el sol tropical y en morgues improvisadas.
Durante los meses posteriores a la tragedia, se recaudaron US$ 13.500 millones en ayuda humanitaria y fondos para la reconstrucción de las zonas golpeadas por el tsunami.
En Indonesia, el desastre logró poner fin a décadas de conflicto separatista, y rebeldes y gobierno firmaron un acuerdo de paz menos de un año después.
La tragedia también impulsó la creación de un sistema de alerta panoceánico e hizo que los países hicieran fuertes inversiones en prevención de desastres.
Pero, los expertos ya han alertado del riesgo de que la "amnesia" colectiva vuelva a hacer vulnerables a las comunidades frente a nuevas catástrofes naturales.