TEL AVIV.- Tras un extenso proceso judicial, el Tribunal Superior israelí dispuso la evacuación y el desmantelamiento del asentamiento judío de Amona, ubicado en Cisjordania.
La decisión debe ser implementada en un lapso de dos años. En ese periodo de tiempo el gobierno deberá encontrar alternativas para los colonos.
El pronunciamiento del presidente del Tribunal Superior, Asher Grunis, estuvo precedido por una disputa jurídica de años.
En el asentamiento, creado en 1997 en tierras privadas, viven unas 50 familias judías ortodoxas con unos 300 miembros. De acuerdo con el diario "Haaretz" se trata del mayor asentamiento ilegal en Cisjordania.
Según el portal de Internet israelí "Ynet", los habitantes del asentamiento criticaron la decisión.
Organizaciones de derechos humanos y vecinos del campamento lucharon durante años contra Amona porque, según su opinión, éste fue construido en tierras quitadas ilegalmente a los palestinos.