Seúl, 2 ene (EFE).- El Gobierno de Corea del Sur calificó hoy como un "signo de cambio" la propuesta del líder norcoreano de celebrar una cumbre entre los dos países pero apremió a que los contactos se celebren antes de mediados de febrero.
"Creemos que representa un signo de cambio (en la actitud del Norte)", aseguró una fuente del Gobierno de Seúl a la agencia Yonhap, que al mismo tiempo recalcó la necesidad de que los avances se produzcan en las primeras semanas del año y así no desaprovechar el "impulso" de la propuesta.
El Ejecutivo de Corea del Sur calificó ayer como "significativo" el gesto del líder norcoreano, Kim Jong-un, que en su discurso de Año Nuevo dijo estar dispuesto a celebrar una cumbre con la presidenta surcoreana, Park Geun-hye, siempre que el clima diplomático sea propicio.
En este sentido, la fuente del Gobierno de Seúl explicó que es importante que los contactos se celebren antes de que a mediados de febrero Corea del Sur y Estados Unidos lleven a cabo nuevos ejercicios militares conjuntos, uno de los principales puntos de tensión con el régimen norcoreano.
Además, añadió que el Ejecutivo surcoreano tiene como prioridad que se celebren nuevas reuniones de familias coreanas separadas por la guerra -"un asunto que históricamente ha ayudado a la distensión entre los dos países"- antes de las vacaciones del Nuevo Año Lunar, que tienen lugar el 19 de febrero.
El discurso televisado de Año Nuevo supuso la primera vez que Kim ha mencionado la posibilidad de celebrar un encuentro entre los líderes de las dos Coreas, las cuales siguen técnicamente en guerra, ya que el conflicto que las enfrentó entre 1950 y 1953 se cerró con un armisticio en vez de un tratado de paz.