Residentes observan olas durante una tormenta en Hollywood Beach, en Florida.
Reuters (archivo)MIAMI.- El aumento del nivel del mar que ha sido ligado por científicos al cambio climático ya queda en evidencia con contratiempos en zonas costeras del sur del estado de Florida (EE.UU.). Allí las autoridades ya reconocen que enfrentan un serio problema en materia ambiental.
De 5,5 millones de habitantes del sur del estado, 75% reside en una franja costera cada vez más valorada en términos de bienes raíces, pero vulnerable a este fenómeno.
De acuerdo a datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OECD), Miami es la ciudad en el mundo que ocupa el primer lugar entre las más vulnerables en términos de daños a la propiedad, con más de 416.000 millones de dólares comprometidos si se producen inundaciones por el aumento del nivel del mar.
El geólogo y profesor de la Universidad Internacional de la Florida (FIU) Henry Briceño explica que el aumento del nivel del mar ocurre desde hace unos 12.000 años, cuando se produjo la última glaciación. Entonces dicho nivel se ubicaba unos 100 metros por debajo del actual.
"Luego hubo unos 6.000 años en los que el cambio fue más lento y se correspondió con el mayor desarrollo de la cultura humana y estabilidad tanto en los océanos como en los climas. Desde fines de 1800, con la era industrial y el consumo acelerado de combustibles fósiles, se volvió a acelerar", señaló el científico, quien lleva una década estudiando el clima y los efectos de la actividad del hombre sobre la calidad del agua.
La creciente generación de Gases de Efecto Invernadero (GEI) causa que un proceso natural que podría tomar milenios se esté acelerando. Por ello, el mar invade las costas, tal como ya lo perciben algunas ciudades del sur de Florida.
"Sitios como Dania Beach, al norte de Miami, no pueden obtener aguas subterráneas para su consumo y tienen que adquirirla o tener pozos mas profundos", señaló Briceño.
Añadió que las condiciones del sur de Florida son especialmente difíciles por su topografía plana y geología, ya que la ciudad está asentada sobre un terreno de caliza porosa y permeable.
En esta región, donde desde 1900 el nivel del mar ha aumentado unos 23 centímetros, los expertos temen que en los próximos 15 años las inundaciones se tripliquen. Algunas previsiones catastróficas sitúan a la misma ciudad de Miami bajo del mar para el próximo siglo.
"Es importante conocer la situación pero sin causar pánico. Hay que buscar alternativas, pero lo primero es concientizar sobre el problema para empezar a trabajar", advierte el investigador.
Políticas de prevención
En mayo del año pasado, los comisionados del condado de Miami-Dade, a través de una resolución patrocinada por la concejala Rebeca Sosa, decidieron tomar en cuenta el aumento del nivel del mar a la hora de evaluar todos los proyectos futuros de infraestructura que se desarrollen en la comarca.
El anuncio se dio después de que el Gobierno de Estados Unidos divulgó un informe, elaborado durante cuatro años por más de 300 científicos del país, que entre otras cosas pronostica que a finales de siglo el nivel del mar habrá aumentado en algunas zonas entre 30 centímetros y 1,20 metros.
También pronostica inundaciones, más precipitaciones y un mayor número de huracanes.
"Según los expertos en cambio climático, el sur de Florida está entre los lugares más vulnerables del mundo" a los efectos del "calentamiento global", explicó en aquel entonces Rebeca Sosa.
Briceño destacó como punto positivo que "dando un ejemplo nacional, los condados de Miami Dade, Broward, Palm Beach y Monroe se han unido para analizar y trazar políticas conjuntas para enfrentar las consecuencias del cambio climático sobre el nivel del mar".
El estudioso destacó que este problema ya no solo es de los gobiernos sino también de todos los ciudadanos, que pueden ayudar a que no se acelere. Ello incluye bajar la dependencia personal de los combustibles y utilizar energías alternativas.
"Todos, como ciudadanos, podemos aportar mientras se buscan soluciones que pasan por la adaptación y el desarrollo de tecnologías para enfrentar el aumento del mar, y no pensar en el problema como si no fuese nuestro", recomendó.