CARACAS.- El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, inició 2015 en su peor momento de popularidad, de 22,6%, lo que complica aún más el panorama político para el chavismo en año de elecciones parlamentarias y cuando el precio del petróleo se ha desplomado más de 50%.
El estudio de la consultora Datanálisis, elaborado en diciembre pasado, "muestra un deterioro muy severo en la percepción del país sobre la economía, y ya se ve claramente el costo político sobre la evaluación de gestión del Presidente", afirmó hoy Luis Vicente León, presidente de la firma.
La popularidad de Maduro ha retrocedido considerablemente desde que asumió la jefatura de Estado, en abril de 2013, cuando ganó las elecciones con 50,6% de los votos y una diferencia de apenas 223.000 sobre el líder opositor Henrique Capriles Radonski.
Después de 21 meses de gestión de Maduro, una economía en recesión -cayó 2,3% en el tercer trimestre de 2014- y una inflación de 63,6% en los últimos 12 meses pasan una alta factura al gobierno: 86% de los consultados tienen una evaluación negativa de la situación del país.
Una encuesta realizada por la misma consultora entre septiembre y octubre de 2014 mostraba que la aprobación de Maduro llegaba a 30,2%, mientras que en las simpatías partidistas los adeptos al chavismo eran 28,9%, uno de los niveles más bajos en la década.
Asimismo, en ese entonces 81,6% de los encuestados consideraba de regular a muy mala la situación del país.
En su último mensaje de 2014, el Presidente Maduro afirmó que en este año se ejecutaría un programa de recuperación económica, aunque sólo presentó algunas metas sin anunciar ninguna medida concreta.
"Estoy convencido de que el año 2015 es el año del gran cambio del modelo económico", aseguró el Mandatario el pasado 30 de diciembre.
Maduro dejó para después de fin de año las reformas de un mercado cambiario -controlado por el gobierno desde 2003- signado por la escasez de divisas y la ampliación de la brecha entre el tipo de cambio controlado y el mercado negro a casi 28 veces.
Se esperaba que este mismo sábado se produjeran los anunciados cambios económicos.
Pero León duda de la capacidad del gobierno para tomar decisiones de un previsible alto costo político, como una nueva devaluación del bolívar, una medida inevitable, a su juicio, ante un déficit fiscal superior a 20% del PIB y la caída del precio del barril de petróleo a alrededor de 47 dólares.
"A pesar de que la gente evalúa mal la situación del país y el modelo económico del gobierno, la mayoría no entiende cómo se resuelve eso y rechaza asumir sacrificios. Eso lleva a que la mayoría contundente de la población rechace las medidas lógicas de ajuste", advierte el analista.
El estudio de Datanálisis revela que "más de 80% (de la población) rechaza devaluar y más de 70% rechaza el aumento de la gasolina" más barata del mundo, medidas que León estima "racionales" pero que dejan al gobierno "muy limitado políticamente, y es lo que explica su incapacidad de actuar sabiendo que debe hacerlo".
Pero además, este desplome en la popularidad y la gestión del gobierno de Maduro es un serio escollo para el chavismo en un año en que se celebran elecciones legislativas, en octubre.
"En estas condiciones sería muy difícil para el gobierno ganar esa elección", dice León, lo que sería un problema político para el oficialismo pues "sería claramente fortalecedor para la oposición. Es el panorama más difícil para el chavismo en años".