Muerte de niño indígena destapa debate sobre desnutrición en Argentina

BUENOS AIRES.- La muerte de un niño de la comunidad Qom desnutrido y con tuberculosis reabrió el debate sobre la desnutrición en la Argentina y la falta de estadísticas fiables que reflejen la realidad que viven los sectores más pobres.

Néstor Femenía, de siete años, murió el 6 de enero en la provincia de Chaco, en el noreste del país. Su acta de defunción afirma que murió a causa de "enfermedad", sin detallar que padecía tuberculosis y un avanzado cuadro de desnutrición.

Las fotos del pequeño, que pesaba sólo 20 kilogramos, piel y hueso con una mirada que gritaba desesperación y tristeza, dieron vuelta por todo el país y dejaron al descubierto una realidad de la que no se habla.

"Sólo encuentra desnutridos el que sale a buscarlos", advirtió el médico Abel Albino, presidente de la Fundación CONIN de lucha contra la desnutrición infantil.

Varios médicos de las provincias del norte y noroeste del país denunciaron además que se modificó la forma de medir los problemas nutricionales.

En vez de medir el peso respecto a la altura y la edad, sólo se lo mide ahora respecto a la altura. Los menores desnutridos suelen crecer menos que lo normal, entonces su bajo peso no llama tanto la atención respecto a su altura como lo haría en relación a su edad. Así, el diagnóstico de "desnutrición" suele ser reemplazado por el de "bajo peso".

El médico y legislador nacional del UDESO de Salta Bernardo Biella dijo que "la tuberculosis es una de las enfermedades que va de la mano" de las carencias alimentarias y sostuvo que "hacer certificados de defunción falsos es una de las herramientas que usa este gobierno para negar la desnutrición en la Argentina".

Según cifras del Ministerio de Salud difundidas por el diario "Clarín", en 2013 se registraron 891 muertes por desnutrición, el 70 por ciento mayores de 75 años.

El coordinador del Centro de Estudios e Investigación Social Mandela, Rolando Núñez, denunció el "ocultamiento" de la realidad que viven las comunidades indígenas qom.

"Naturalmente que el ocultamiento de estas enfermedades, como causantes o determinantes de fallecimientos en Chaco, especialmente en el (la selva del) Impenetrable donde la tuberculosis, el Mal de Chagas y la desnutrición son enfermedades endémicas y duras, hacen que los gobiernos fallen y fracasen en las acciones y en los programas que ejecutan para erradicar tales endemias", advirtió hoy Núñez.

El director de Centro Mandela señaló que "no pueden planificar correctamente producto de que parten de datos estadísticos insuficientes y erróneos, lo que permite entender que a futuro perdurarán los flagelos sociales derivados de las tres endemias".

Las causas de la desnutrición son "el analfabetismo, la pobreza y el hambre", alertó. Y no sólo afecta a niños sino también a adultos, en muchos casos asociados a cuadros de tuberculosis y Mal de Chagas, que viven en una situación de extrema pobreza.

El presidente de la Fundación Conin coincide: "La desnutrición es el resultado final del subdesarrollo, genera pobre cableado neurológico y su consecuencia es la debilidad mental".

"Ese niño desnutrido estará condenado de por vida, no tendrá posibilidades de aprender y, por ende, estará condicionado al desempleo y subempleo, repitiendo el ciclo de miseria, pobreza, desocupación y subdesarrollo", alertó Albino.

Argentina es un neto productor de materias primas y productos agropecuarios. Produce alimentos para 400 millones de personas, pero no logra alimentar a sus 40 millones de habitantes.

Desde el gobierno argentino hubo pocas reacciones oficiales a la muerte del pequeño qom.

El jefe de Gabinete, y gobernador de Chaco en licencia, Jorge Capitanich, afirmó primero que fue "un caso aislado" y luego denunció una "operación política de magnitud extrema".

Capitanich, quien gobernó desde 2007 hasta 2013 el Chaco, aseguró que "las comunidades indígenas han mejorado sustancialmente su condición de vida".

La Asignación Universal por Hijo (AUH) que otorga el gobierno argentino a las familias con padres desocupados o que ganan menos de lo que estipula el salario mínimo también ayudó a aliviar la situación de los sectores más pobres. Este subsidio suele ser complementado en diversas provincias con otras ayudas sociales.

Según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que se basa en las estadísticas oficiales, Argentina alcanzó la categoría de "hambre cero".