AFP
SAO PAULO.- Violentos incidentes, comercios parcialmente destruidos, varios heridos con balas de goma y al menos 52 personas detenidas es el saldo de una protesta contra el aumento de la tarifa del transporte público en Sao Paulo.
El acto fue convocado por el Movimiento Pase Libre (MPL), el mismo que hizo desatar la ola de protestas callejeras que sacudió a Brasil en 2013, durante la Copa Confederaciones.
La policía militarizada afirma que participaron en la marcha unas 2.000 personas, pero el MPL aseguró, a través de su cuenta en Facebook, que fueron cerca de 30.000.
La marcha recorrió el centro de la metrópolis y los incidentes entre policías y activistas comenzaron cuando los manifestantes se encontraron con un cordón policial que bloqueaba el pasaje la avenida Paulista, una de las principales de la ciudad.
Durante el recorrido, algunos manifestantes encapuchados, que se presume pertenecen al grupo anarquista BlackBloc, arrojaron basura y otros elementos con el fin de impedir el avance de los patrulleros, mientras otros arrojaban piedras contra locales comerciales.
Según el portal "G1", del grupo Globo, tres agencias bancarias, varios cajeros electrónicos y dos concesionarias de automóviles fueron objeto de ataques y tuvieron sus vitrinas y parte de sus instalaciones destruidas.
La policía arrojó bombas de gas lacrimógeno y disparó balas de goma para dispersar a los manifestantes más exaltados.
Según el portal del diario "O Estado de Sao Paulo", varias personas resultaron heridas por las balas. A través de un comunicado, el MPL denunció que la policía reprimió "violentamente" a los manifestantes y condenó las detenciones.
"(La policía militarizada) lanzó bombas de gas (...) y disparó balas de goma para impedir que la marcha llegara a la Avenida Paulista", expresó el grupo, que catalogó el arresto de los activistas como "represión brutal".
A raíz de los incidentes, dos estaciones de metro llegaron a estar cerradas durante un par de horas.
El aumento de la tarifa del transporte público que dio lugar a la primera protesta callejera del año rige desde el martes, cuando el boleto subió de tres a 3,5 reales (de 1,15 a 1,30 dólares, aproximadamente).
En Río de Janeiro, unas 1.000 personas se concentraron en el centro de la ciudad, también contra el incremento en el precio del boleto, pero no se registraron incidentes.