Un cartel que dice ''Yo soy Charlie'' en honor a los doce fallecidos en el atentado en París contra la revista satírica Charlie Hebdo
EFEPARÍS.- Un reporte publicado este miercoles señaló que una revisión de la casa en donde se refugiaban Amedy Coulibaly, los hermanos Cherif y Said Kouachi, los asesinos de las 12 personas de la redacción de la revista Charlie Hebdo, les permitió a las autoridades identificar a un potencial cuarto atacante.
Los investigadores que siguen el rastro del dinero y de los sistemas de abastecimiento de los tres asesinos identificados y todos muertos en operativos policiales, dijeron que hasta seis miembros de la misma célula terrorista podrían estar prófugos.
"Hemos señalado a alguna gente extremadamente peligrosa, hombres y mujeres", dijo el vocero del sindicato policial, Christophe Crepin.
De especial interés es la pequeña casa adjunta en una calmada calle en el pueblo de Gentilly al sur de París, que Coulibaly rentó hace cerca de dos semanas.
Oficiales de policía franceses se negaron a informar lo que habían descubierto, pero el diario Le Parisien reportó que detectives de la Brigada Criminal de París y una unidad policial antiterrorismo confiscaron una motoneta que les permitió identificar a "un cuarto sujeto" que actuó como cómplice de Coulibaly.
El periódico no identificó al sujeto por nombre, pero dijo que pudo haber sido el responsable de dispararle y dejar malherido a un hombre que se ejercitaba en la cercana Fontenay-aux-Roses el 7 de enero, el mismo día que dos amigos de Coulibaly, los hermanos Cherif y Said Kouachi, asesinaron a 12 personas en la redacción de Charlie Hebdo.
"El cuarto sujeto", quien tiene un largo historial criminal, pudo haber estado involucrado en ese ataque, reportó el periódico, agregando que tal vez ya haya escapado rumbo a Siria.
Cuando un reportero visitó esta semana la casa de Gentilly, los vecinos le dijeron que no habían notado nada extraordinario, y uno señaló que el musculoso Coulibaly de 1,65 metros de estatura, asistía frecuentemente al gimnasio local.
Oficiales informaron que los atacantes acumularon un cuantioso arsenal que incluía tres rifles de modelo reciente Kalashnikov, un lanzagranadas, una ametralladora, bombas, explosivos industriales, pistolas, granadas de humo y defragmentación.
Además de las armas, investigadores se mantienen siguiendo el rastro de dinero. Ex socios en el narcotráfico de Coulibaly dijeron que vendía marihuana y hachís en los suburbios de París hasta hace un mes.
Múltiples reportes de prensa han dicho que los hermanos Kouachi vendían productos deportivos apócrifos fabricados en China.
Crepin dijo que la policía cree que los asesinos no contaban con los recursos para financiar por ellos mismos la operación terrorista.
No solo estaba el costo de las armas, municiones y demás equipamiento, sino que también necesitaban fondos para costear la renta de escondites como el de Gentilly y pagar por sus gastos habituales.
"Estamos lidiando con una estructura bien organizada, como la mafia", dijo Crepin.
Sin embargo, Peter Neumann, director del Centro Internacional para Estudio de la Radicalización en el King's College de Londres, dijo que siguiendo con los lineamientos escritos en un influyente manual para yihadíes publicado en 2004, cree que los ataques de París fueron autofinanciados.
"Pudieron hacer fraudes a tarjetas de crédito. incluso robarle a otras personas", dijo Neumann.
Un diario regional francés ha desenterrado otra fuente de ingresos: un préstamo por 6.000 euros que Coulibaly obtuvo el 4 de diciembre de una compañía de préstamos en el norte de Francia.
En un video publicado luego de que los tres terroristas hubieran muerto a manos de la policía, Coulibaly dijo que le había dado a los hermanos varios miles de euros para que pudieran comprar equipo.
Pero dos oficiales de inteligencia de Estados Unidos dudaron este miércoles de ese reporte, señalando que no pensaban que Coulibaly, afiliado al Estado Islámico, coordinara con anticipación con los hermanos Kouachi, que dijeron haber actuado a nombre de al-Qaida en Yemen.