BEIRUT.- Al menos 1.607 personas han muerto, la mayoría yihadistas, durante la ofensiva iniciada hace cuatro meses por el grupo radical Estado Islámico (ISIS) contra el enclave kurdo sirio de Kobane, en la frontera con Turquía, informó hoy el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
De esas víctimas, 1.091 personas eran integrantes de la organización extremista, entre ellas 49 suicidas que cometieron atentados en Kobani y sus alrededores con coches bomba o cinturones de explosivos.
En las filas de sus rivales, al menos 462 combatientes de las Unidades de Protección del Pueblo -milicias kurdo sirias- y de las "Asayish" -fuerzas de seguridad kurdas- perecieron por el lanzamiento de proyectiles, los atentados y los combates con ISIS; además de un voluntario kurdo cuyo vehículo fue blanco de un cohete.
También entre los adversarios de ISIS al menos 21 rebeldes de otras facciones sirias, que han acudido a socorrer a las fuerzas kurdo sirias, han perdido la vida.
A estos muertos se suman 32 civiles kurdos fallecidos en Kobani y su periferia, de los que al menos diecisiete fueron ejecutados por los yihadistas, cuatro de ellos decapitados.
El Observatorio no descarta que el número de víctimas mortales pueda ser superior debido al secretismo que mantienen las partes sobre sus bajas, especialmente ISIS.
Desde el pasado 16 de septiembre, Kobani, ubicada en la provincia septentrional siria de Alepo, es objetivo del asalto del EI que quiere tomar su control.
En las primeras semanas, su avance fue rápido pero fue frenado con la entrada a finales de octubre de más de un centenar de "peshmergas", fuerzas del Kurdistán de Irak que llegaron para defender la ciudad, con armamento pesado.
En el último mes, los efectivos kurdos han logrado progresar frente a los yihadistas y han recuperado amplias partes de la población.
Kobani es uno de los principales enclaves kurdos de Siria junto a Afrín, en Alepo, y Al Yazira, en la provincia de Al Hasaka.