La presidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner.
ReutersBUENOS AIRES.- La presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner, denunció este lunes la existencia de una historia "muy sórdida" y de "interrogantes" tras la muerte de Alberto Nisman y defendió los intentos de su gobierno por esclarecer el atentado contra la mutual judía AMIA, en su primera reacción tras el fallecimiento del fiscal
Con una nota en su cuenta oficial de Facebook, Fernández rompió su silencio frente al hecho, ocurrido durante la madurgada del lunes en Buenos Aires, cuando el fiscal, que investigó por más de una década el ataque de 1994 contra la mutual AMIA que dejó 85 muertos en Buenos Aires, fue encontrado sin vida en su departamento.
"La muerte de una persona siempre causa dolor y pérdida entre sus seres queridos, y consternación en el resto. El suicidio provoca, además, en todos los casos, primero: estupor, y después: interrogantes. ¿Qué fue lo que llevó a una persona a tomar la terrible decisión de quitarse la vida?", señala.
"En el caso del ¿suicidio? del Fiscal a cargo de la causa AMIA, Alberto Nisman, no sólo hay estupor e interrogantes, sino que además una historia demasiado larga, demasiado pesada, demasiado dura, y por sobre todas las cosas, muy sórdida. La tragedia del atentado terrorista más grande que se produjo en la Argentina", expresó.
"En lo personal me retrotrae a épocas pasadas y también duras: el 18 de julio de 1994 era Diputada Provincial en Santa Cruz y Convencional Nacional Constituyente en Santa Fe por mi provincia. Florencia, mi hija, recién había cumplido 4 años y Máximo estaba finalizando la secundaria. Viajaba todas las semanas a Santa Fe, y aquel lunes 18 el horror modificó todas nuestras rutinas", prosigue.
En la extensa misiva, Fernández también acusó intentos de "mentir, tapar y confundir" sobre el atentado contra la AMIA, y cargó contra los servicios de Inteligencia y medios opositores.
En espera de un juicio de encubrimiento sobre el atentado contra la institución judía impulsado por Nisman contra el ex presidente Carlos Menem, el ex juez de la causa AMIA y ex responsables de los servicios de Inteligencia, la presidenta denunció el papel de los agentes en el primer juicio sobre la tragedia.
"Si en aquel juicio desaparecían los cassettes que probarían que la SIDE (Secretaría de Inteligencia del Estado) estaba al tanto de que se estaba preparando un atentado, ahora aparecen cassetes de personajes públicamente simpatizantes de Irán a los que ni siquiera es necesario intervenir un teléfono para saber lo que hacen o lo que piensan", agregó.
"Hoy más que nunca no se debe permitir que una vez más se intente hacer con el juicio de encubrimiento lo que ya se hizo con la causa principal. Porque se descubrirá a los autores del atentado cuando se sepa quiénes los encubrieron", insistió.
"Curiosa y sugestivamente", señaló la presidenta, se intenta convertir al Gobierno "que más ha hecho por el esclarecimiento del atentado" en "encubridores por tratar de que se le pueda tomar declaración a los imputados iraníes mediante un tratado internacional aprobado por ley en el Congreso", continuó en alusión al acuerdo alcanzado con Irán en enero de 2013.
"Me parece que es demasiado. No se puede violar la ley con la aprobación del Congreso. No se puede violar la ley cuando lo que se quiere es que declaren los imputados, sobre todo porque es la única manera de que la causa salga del estancamiento y el retroceso de casi 21 años", apuntó.
Fernández se plantea una larga serie de interrogantes sobre las circunstancias que han rodeado a la muerte de Nisman, entre ellos se pregunta por qué el fiscal pediría un arma -con el que se disparó- a uno de sus colaboradores para defensa personal cuando contaba con una custodia de 10 policías y vivía en un edificio con seguridad privada.
"Creo que los argentinos nos merecemos no ser tan subestimados en nuestra inteligencia y mucho menos cuando 85 víctimas y sus familiares todavía esperan justicia después de 21 años", concluyó.
Nisman, de 51 años y que estaba al frente de la Unidad Fiscal Especial de Investigación del Atentado a la AMIA desde 2004, había asegurado esta vez que tenía pruebas que demostraban que, tal como apuntaba la investigación y la comunidad judía, Irán y la organización Hizbulá estuvieron detrás de la planificación y ejecución de ese ataque.
El fiscal denunció la pasada semana a Fernández y a varios de sus colaboradores por la firma de un acuerdo con Irán que supuestamente implicaba encubrir a algunos de los principales acusados del atentado contra la institución judía.