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TOKIO.- El gobierno japonés intentaba la mañana del viernes disuadir al grupo ISIS (Estado Islámico) de matar a los rehenes japoneses si no recibían en unas horas el rescate exigido, al tiempo que un "portavoz" del grupo yihadista anunció a la televisión NHK un comunicado inminente.
El ultimátum de 72 horas dado el martes por los yihadistas expira a las 14:50 horas del viernes en Japón, indicó el portavoz gubernamental, Yoshihide Suga.
La suerte de Haruna Yukawa y Kenji Goto sigue siendo una incógnita.
No obstante, un responsable del Ministerio de Relaciones Exteriores declaró la noche del jueves a los medios informativos que "aunque no podía decir nada concreto, sí había en cierta medida una reacción del interlocutor vía los medios de comunicación, incluso indirectos".
Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Jordania, Turquía, Egipto, Australia, Italia: el primer ministro Shinzo Abe y el titular de Exteriores Fumio Kishida solicitaron ayuda a los dirigentes de los países mencionados para conseguir la liberación de sus dos conciudadanos.
La comunidad internacional presiona a Tokio para no pague la totalidad ni una parte de los 200 millones de dólares reclamados.
Kishida debe hablar a la prensa la mañana del viernes. Un islamólogo japonés, Ko Nakata, que pretende tener vínculos antiguos con ISIS, propuso este jueves su mediación al Gobierno y, expresándose en árabe, pidió a los yihadistas que prolonguen el plazo.
La televisión pública japonesa NHK siguió dialogando el jueves con el autoproclamado "portavoz de ISIS", que indicó que un "comunicado debería ser conocido en poco tiempo".
El primer rehén, Haruna Yukawa, de 42 años, fue secuestrado y maltratado en Siria por militantes islamistas en agosto pasado, según un vídeo colgado en internet.
El segundo, Kenji Goto, nacido en 1967, es un periodista independiente que suministraba reportajes sobre Oriente Medio a las televisiones niponas y también era activo en el ámbito humanitario.
Entró en la zona controlada por ISIS a finales de octubre y no volvió a dar noticias.
En un vídeo realizado justo antes, explicaba que partía en busca de Yukawa, al que conocía.
Su esposa recibió en noviembre correos electrónicos que le exigían el pago de un rescate.
La madre de Goto debe hablar a la prensa la mañana del viernes.