TOKIO.- El Gobierno de Japón considera que la amenaza terrorista sobre el país es "más real" tras las ejecuciones de dos de sus ciudadanos a manos del Estado Islámico (ISIS) y las amenazas que ha lanzado este grupo armado sobre el país asiático, admitió hoy el ministro vocero, Yoshihide Suga.
"La amenaza se ha tornado más real para nuestro país", dijo hoy Suga en el transcurso de una reunión ministerial en la que se instó a reforzar las medidas antiterroristas tanto a nivel doméstico como en el exterior.
"Les pido a todos que refuercen estas medidas de manera conjunta", dijo en el encuentro Suga, según declaraciones recogidas por la agencia Kyodo.
La reunión se produce en un momento en que algunas voces han criticado al Gobierno por tratar de gestionar desde el principio la crisis de los rehenes con muy escasos datos de inteligencia en su poder.
Precisamente, el ministro de Defensa nipón, Gen Nakatani, anunció hoy tras una reunión con el Gabinete, que Japón enviará a su embajada en Jordania a un oficial de su Ministerio que se ocupará exclusivamente de recopilar información sensible relacionada con grupos terroristas.
También dijo que Tokio hará lo propio en otras embajadas en países en los que haya grupos terroristas que supongan una amenaza para intereses nipones.
El pasado 20 de enero, poco después de que el primer ministro nipón Shinzo Abe anunciara una donación para los países que acogen a los refugiados que huyen del avance de ISIS, el grupo exigió a Tokio 200 millones de dólares a cambio de no asesinar al periodista Kenji Goto y a otro ciudadano japonés, Haruna Yukawa, secuestrados en julio y octubre.
Tras ejecutar a Yukawa, el grupo solicitó la entrega de una terrorista iraquí presa en Jordania a cambio de Goto y de un piloto jordano capturado en diciembre.
Las negociaciones no prosperaron ya que Ammán exigió una prueba de vida del piloto e ISIS envió finalmente el domingo un video mostrando el cadáver decapitado de Goto.
En el video también acusó a Abe de haberse embarcado en "una guerra que no se puede ganar" y amenazó con asesinar a ciudadanos nipones "dondequiera que estén".