EFE (Archivo)
BUENOS AIRES.- Dos comisiones del Senado argentino comenzaron este martes a debatir la disolución de la Secretaría de Inteligencia (SI), proyecto de la Presidenta Cristina Fernández luego de la muerte del fiscal Alberto Nisman, quien investigaba el atentado contra la AMIA en 1994.
La iniciativa crea una nueva Agencia Federal de Inteligencia (AFI), sin el poder que tenía la SI para realizar escuchas telefónicas.
El secretario de dicha secretaría, Oscar Parrilli -nombrado en diciembre pasado cuando Fernández cambió la cúpula del organismo- defendió el proyecto y lamentó que la oposición se hubiera retirado del recinto para manifestar su desacuerdo.
Los principales bloques de oposición consideran que la Mandataria intenta desviar el eje de la discusión sobre la misteriosa muerte del fiscal, descubierta el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la Presidenta por encubrimiento en el caso AMIA.
Según el proyecto, la AFI se enfocará en delitos federales complejos como terrorismo, narcotráfico, trata de personas, y no realizaría tareas de inteligencia interior salvo que esté en riesgo la seguridad del país.
Los senadores de la oposición anticiparon que no estarán presentes en el Senado, controlado por el oficialismo, cuando se debata el proyecto.