SAN FRANCISCO.- Una tormenta con fuertes vientos derribó árboles, arrastró señales de autopistas y calles, aplazó vuelos y dejó sin electricidad a miles de personas en California y Nevada, en Estados Unidos.
Se esperan hasta 10 pulgadas (25 centímetros) de lluvia durante el fin de semana en algunas zonas de la región, aunque no bastará para acabar con la histórica sequía que sufre California.
De todas formas, la tormenta es bien recibida tras seis semanas secas en la zona de la bahía de San Francisco. Por primera vez desde que se tiene registro, no se contabilizó lluvia en el centro de San Francisco en enero, cuando suelen producirse chaparrones de invierno.
El estado necesitaría un 150% de la lluvia media en la zona para recuperarse, según las autoridades que gestionan los recursos hídricos en California. Pero la nieve es más importante que la lluvia porque la nieve acumulada supone en torno a una tercera parte del agua que necesitan los residentes, la agricultura y la industria.
Mientras tanto, al oeste de Seattle, un río se desbordó e inundó al menos seis viviendas en la península de Olympic.
Los rescatistas iban puerta a puerta en Brinnon para comprobar el estado de las viviendas en una carretera parcialmente bloqueada por un deslave de lodo, indicó la portavoz de Emergencias del condado de Jefferson Keppie Keplinger.
Tres personas fueron rescatadas de una camioneta durante una inundación el viernes por la mañana, señaló, pero no se produjeron heridos.
La amenaza de desprendimientos se mantendrá durante el fin de semana, y los meteorólogos advirtieron de inundaciones en varios ríos del oeste de Washington. Oregon también sufrió inundaciones en carreteras.
En Sierra Nevada, que se extiende en California y Nevada, los fuertes vientos cegaron a los conductores provocando varios accidentes. El viento derribó grandes árboles, cerró estaciones de esquí en torno al lago Tahoe y dejó a miles de personas sin electricidad.