Nisman fue encontrado con un disparo en la cabeza en su departamento del barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires.
APBUENOS AIRES.- El presidente de la Asociación de Fiscales en Argentina, Carlos Donoso Castex, dijo hoy que sus representados sienten "motivos para tener miedo" tras la muerte de su colega Alberto Nisman, quien fue encontrado muerto con un disparo en la cabeza mientras investigaba el atentado terrorista a la AMIA.
"Hay motivos para tener miedo. A uno le puede parecer fatalista, pero no es así: hay que tener mucho cuidado", expresó Donoso Castex en declaraciones a radio "Mitre", de Buenos Aires.
La Asociación de Fiscales es una de las entidades que convocó a realizar una marcha de silencio el próximo 18 de febrero, cuando se conmemorará un mes de la muerte de Nisman, ocurrida en su departamento del exclusivo barrio de Puerto Madero, en la capital argentina.
La movilización tendrá como destino la histórica Plaza de Mayo, situada justo frente a la Casa Rosada, sede del gobierno nacional, y en ella también participarán dirigentes políticos opositores a la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner.
El gobierno argentino, por medio del jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, criticó la convocatoria al asegurar que los fiscales tienen como "rol principal" el de "investigar" y no "pretender transferir responsabilidades a otros poderes del Estado".
También otros fiscales, entre ellos Cristina Caamaño, cuestionaron la decisión de movilizarse. "Es una puesta en escena para victimizarse no sabemos muy bien de qué", afirmó Caamaño.
Sin embargo, el presidente de la Asociación de Fiscales confirmó la convocatoria a la marcha, a la que calificó de "inédita", con el objetivo de brindar un "homenaje" a Nisman.
En coincidencia con Donoso Castex, el fiscal federal de Cámara Germán Moldes indicó que, al igual de lo que ocurría en Argentina a "mediados de los 70', en muchos sectores de la sociedad está volviendo el miedo".
El funcionario judicial dijo a radio "América" que hace casi 40 años en el país "la gente se tiraba muertos por la cabeza todos los días", una situación de violencia que, agregó, "lamentablemente está volviendo".
Con su opinión Moldes hizo referencia al período que abarca el final del gobierno de la entonces Presidenta María Estela Martínez de Perón (1974-1976) y el comienzo de la dictadura militar (1976-1983) que derrocó aquel gobierno.
Nisman fue encontrado muerto de un balazo en la cabeza cuatro días después de denunciar a la jefa de Estado y al ministro de Relaciones Exteriores, Héctor Timerman, de planificar una maniobra de encubrimiento en favor de siete ciudadanos iraníes a quienes acusó de participar en el atentado terrorista a la mutual judía AMIA en 1994 y que ocasionó 85 muertes.
El fiscal tenía previsto presentarse en el Congreso para dar detalles de su denuncia, pero su cadáver fue hallado el día anterior.
La Presidenta Kirchner instaló en las horas siguientes al hecho la posibilidad de que la muerte de Nisman haya sido parte de una reacción de agentes de inteligencia con los que el fiscal trabajaba y que habían sido desplazados de sus puestos por el gobierno a fines de 2014.
La figura del espía Antonio Stiuso, apodado "Jaime", miembro del Servicio de Inteligencia desde hace más de 40 años, fue vinculada rápidamente al caso por su cercanía a Nisman. Esta semana, el gobierno decidió relevarlo del secreto que amparaba su actividad para que pueda declarar en los próximos días ante los investigadores del caso Nisman.
Hasta el momento los resultados de las pericias realizadas al cuerpo del fallecido fiscal y en su departamento refieren como principal hipótesis de muerte la del suicidio, pero el hecho permanece rodeado todavía de sospechas y dudas.