Ante la ola de indignación internacional que levantó su juicio, en junio de 2014, la justicia anuló el veredicto el 1 de enero de 2015 y ordenó un nuevo proceso.
Altos responsables del Tribunal de Apelación del Cairo, que fija la agenda judicial, anunciaron que el nuevo proceso se abriría el 12 de febrero, pero no precisaron si Greste -y Fahmy, en caso de ser expulsado antes de esa fecha- serán juzgados en ausencia o si las acusaciones contra ellos serán abandonadas definitivamente.
El presidente Abdel Fatah Al Sisi, ex jefe del Ejército que derrocó a Mursi, promulgó en noviembre un oportuno decreto que autoriza la expulsión de extranjeros condenados o en proceso de ser juzgados.
Greste fue liberado y deportado a Australia el 1 de febrero, mientras que Fahmy podría ser expulsado en breve a Canadá, tras renunciar a su nacionalidad egipcia.
Su puesta en libertad, anunciada como inminente desde hace varios días, tarda en llegar, por lo que su abogada, la mediática Amal Clooney, ha solicitado un encuentro con Al Sisi para acelerar su liberación.