RIAD.- Las autoridades saudíes decapitaron con una espada a un ciudadano sirio que había sido condenado a muerte por contrabando de una gran cantidad de anfetaminas en Arabia Saudí, informó hoy el Ministerio saudí de Interior.
En un comunicado, Interior explicó que Abdalá Mohamed al Ahmed al Enzi fue ejecutado en la región de Al Yuf, en el norte del país.
El fallo de la corte de primera instancia fue confirmado posteriormente por los tribunales de Apelación y Supremo.
La orden final fue dada, como es habitual, por el rey saudí, Salman bin Abdelaziz, quien, tras su reciente llegada al trono después de la muerte de su hermano Abdalá, ha continuado con la política de ejecuciones en el país.
El pasado jueves, las autoridades decapitaron a cinco ciudadanos saudíes por robar y asesinar a otro hombre.
Este tipo de ejecuciones se aplican en Arabia Saudí en virtud de una estricta interpretación de la "sharía" (ley islámica), que consiste en decapitar al acusado con golpes de espada.
Además, se imponen otros castigos como la lapidación o la amputación de miembros.
En Arabia Saudí se condena a muerte a las personas encontradas culpables de asesinato, violación, narcotráfico, brujería y homosexualidad.
A pesar de las denuncias de numerosas organizaciones de derechos humanos, las autoridades saudíes hacen caso omiso a las peticiones para terminar con estos castigos.