EL CAIRO.- La Fiscalía del Este de El Cairo ordenó en las últimas horas la liberación de 18 sospechosos de haber participado en los disturbios del domingo en los alrededores del estadio de fútbol de la Defensa Aérea, en El Cairo, que causaron una veintena de muertos.
La agencia oficial egipcia de noticias, Mena, informó hoy que los liberados pertenecen al grupo de los "Caballeros blancos", como se conoce a los hinchas del club Zamalek, y fueron puestos en libertad anoche previo pago de una fianza de 200 libras egipcias (alrededor de 26 dólares).
Esa misma fiscalía había ordenado ayer la detención formal de esas personas, junto a otras tres, después de haber sido arrestadas de manera provisional el mismo día de los enfrentamientos.
Además, la fiscalía liberó anoche a una médico y a un inspector de Sanidad, también acusados en la misma causa, pero aún prosigue las investigaciones con otros tres acusados ultras.
La fiscalía los acusa de interrumpir del tránsito, agredir a policías, destruir propiedad pública y privada, causar disturbios e incitar a la violencia durante los choques que enfrentaron a los aficionados de los clubes Zamalek y ENPPI con las fuerzas de seguridad.
Fuentes del Ministerio egipcio de Sanidad informaron de la muerte de 19 personas en los enfrentamientos, mientras que la Fiscalía General cifró en 22 los fallecidos.
Según el Ministerio de Interior, la policía tuvo que intervenir para evitar daños en la propiedad pública después de que hinchas de ambos equipos quemaran vehículos oficiales e intentaran irrumpir en el estadio por la fuerza sin tener entradas, limitadas solo a 10.000 personas.
Por su parte, los "Caballeros blancos" denunciaron que las autoridades rodearon con alambradas los accesos al estadio y lanzaron gases lacrimógenos causando desmayos y síntomas de asfixia entre los aficionados.
Ante la diversidad de versiones, el presidente del país, Abdelfatah al Sisi, pidió una investigación completa de las circunstancias en las que ocurrieron los hechos.
En otras ocasiones se han registrado disturbios antes y durante partidos de fútbol, pero los del domingo han sido los más graves desde que el 1 de febrero de 2012 setenta y cuatro personas perdieran la vida y 254 resultaran heridas en choques en el estadio de Port Said entre los seguidores del club local y del Al Ahly.
Esos sucesos sin precedentes en Egipto llevaron a las autoridades a prohibir la entrada de público a los estadios, aunque en los últimos meses se había levantado parcialmente esa medida.