Hollande y Merkel en su llegada al palacio presidencial bielorruso, en Minsk.
AFPMINSK.- Vladimir Putin, Petro Poroshenko, François Hollande y Angela Merkel llegaron este miércoles a Minsk, donde se desarrolla una cumbre "de la última oportunidad" para poner fin al conflicto en el este de Ucrania.
Sobre el terreno, la violencia ha arreciado, con 48 muertos en las últimas 24 horas, entre soldados, rebeldes y civiles.
Los presidentes de Ucrania y Francia y la canciller alemana decidieron reunirse brevemente antes de unirse al Mandatario ruso, al que consideran responsable del conflicto.
Poroshenko advirtió por su parte que podría "introducir la ley marcial en Ucrania" si las negociaciones en la capital bielorrusa no logran detener la guerra con los separatistas prorrusos.
La ley marcial implicaría una grave escalada en la crisis, liberando recursos militares para la batalla en el este, pero también obligaría a Ucrania a prescindir de inversiones extranjeras, entre ellas un préstamo vital proveniente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El dirigente prooccidental afirmó que Ucrania, Francia y Alemania hablarán con "una sola voz" en la cumbre de paz en Minsk, y pedirán un alto el fuego incondicional. "La prioridad es un alto al fuego sin condiciones previas", insistió.
Los separatistas prorrusos negociaron el martes por la tarde en la capital bielorrusa con los emisarios de Kiev, en presencia de representantes de Rusia y la OSCE, aunque no se conoce la naturaleza exacta de sus exigencias para poner fin al conflicto, que ya ha dejado más de 5.300 muertos.
Según el emisario de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Denis Pushilin, "aún es demasiado pronto para hablar de un alto al fuego".
Berlín considera el encuentro apenas un "rayo de esperanza" cuyo resultado es "incierto", según el portavoz de la canciller alemana Angela Merkel.
La jefa de la diplomacia de la UE, Federiga Mogherini, aseguró a la AFP en Estrasburgo que la cumbre de Minsk de este miércoles será "un momento decisivo, para lo mejor o para lo peor".
Ambas partes han intensificado los ataques en las últimas semanas, y especialmente en los últimos días, con el objetivo de acaparar terreno y llegar en una posición de fuerza a la mesa de negociaciones.