GROSETTO.- El capitán del crucero Costa Concordia, que se hundió en enero de 2012 en un accidente que dejó 32 muertos, fue condenado a 16 años y un mes de cárcel por el naufragio del barco, según el dictamen de la corte italiana.
Tras siete horas de deliberaciones, Giovanni Puliatti, presidente del colegio de jueces, dictaminó esta condena, inferior a la solicitud de la Fiscalía, que pedía 26 años y tres meses de prisión.
En su última presentación ante la corte, Francesco Schettino, de 54 años, aseguró que fue un chivo expiatorio del desastre y dijo que fue expuesto a una "picadora de carne mediática" que distorsionó su papel en el desastre, argumentando que se "puso la entera responsabilidad de este incidente sobre mí, sin ningún respeto por la verdad".
El Capitán fue acusado de homicidio sin premeditación, causar un naufragio y abandonar la nave en uno de los desastres marítimos de más alto perfil en los últimos años.
Los investigadores criticaron severamente su manejo del desastre, acusándolo de llevar al barco de 290 metros de largo, demasiado cerca de la costa cuando chocó contra unas rocas frente a la isla toscana de Giglio. El accidente provocó una caótica operación nocturna de evacuación de los más de 4 mil pasajeros y tripulación.
Abandonó el barco antes que la tripulación
Schettino también fue acusado de demorar la evacuación y perder el control de la operación. De hecho, abandonó el barco antes de que todos los 4 mil 200 pasajeros y tripulación fueran rescatados, dijeron los investigadores.
Los fiscales habían pedido una sentencia de 26 años de cárcel para Schettino, quien admitió parte de la responsabilidad como capitán del barco, pero rechazó la culpabilidad en las muertes que ocurrieron durante la evacuación.
El fallo pone fin a tres años de proceso en los que Schettino figuró como único acusado, ya que la empresa propietaria, Costa Cruceros, aceptó una multa de un millón de euros (1,1 millones de dólares)y la Fiscalía negoció con otros cinco oficiales del barco.
Emocionado en el dictamen, Schettino rechazó las acusaciones de la fiscalía de que no mostró un sentido de responsabilidad o compasión por las víctimas, diciendo que "el dolor no debe ser un espectáculo para demostrar algo".
Sin embargo, una grabación de audio de un guardia costero gritándole a Schettino durante una conversación telefónica que regresara al barco fue divulgada en internet volviéndose viral y la frase "¡Vuelva a bordo, carajo!" ("¡Vada a bordo, cazzo!") llegó a imprimirse hasta en camisetas y almohadas.
La defensa
La defensa de Schettino argumentó que el capitán evitó un desastre mayor al llevar el barco más cerca de la isla mientras se hundía. Dijeron además que la sentencia que buscaban los fiscales es incluso mayor que las pedidas para asesinos de la mafia.
Sin embargo, no se sabe cuándo irá a la cárcel debido al largo proceso de apelaciones de Italia, que puede tomar años.