PARÍS.- Dominique Strauss-Kahn concluyó este jueves su declaración como acusado de proxenetismo agravado ante el Tribunal Correccional de Lille, donde volvió a negar que supiera que había prostitutas en las orgías en las que participaba cuando era director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Strauss-Kahn, de 65 años, insistió en que nadie le dijo que se había pagado a las mujeres que acudían a las fiestas celebradas entre 2007 y 2011 para mantener relaciones con él y sus amigos en ciudades como Lille, Washington o París.
En este tercer día de interrogatorios al ex ministro francés de Finanzas, el tribunal le preguntó sobre algunos mensajes de móvil intervenidos en los que utilizaba términos como "material" o "regalo" para referirse a sus acompañantes femeninas, a lo que Strauss-Kahn contestó que eran cortos y concisos y se suponía que no debían aparecer en otro contexto.
Se leyeron en la sala siete mensajes que intercambió con el empresario Fabrice Paszkowski, que también forma parte de los doce hombres y dos mujeres acusados de haber contratado un equipo de prostitutas para las fiestas libertinas en las que participaba Strauss-Kahn, al que en Francia se conoce como DSK.
"¿Puedes venir a descubrir una magnífica discoteca traviesa en Madrid conmigo y con material?", le decía uno de sus amigos al ex político socialista en uno de los mensajes.
Según DSK, ese tipo de textos demuestran que a él se le invitaba a las fiestas pero que no era ni el instigador ni uno de los organizadores, por lo que no podía saber que algunas de esas mujeres eran prostitutas y cobraban por ofrecer relaciones sexuales.
El presidente del tribunal también se interesó por el departamento de 45 metros cuadrados situado en la avenida Iéna de París que había alquilado y que se sospecha que Strauss-Kahn escondió porque lo utilizaba para encuentros sexuales remunerados.
"Soy un político, casado. No quería que el contrato estuviera a mi nombre y se lo pedí a un amigo. El departamento me servía para actividades sexuales y para el trabajo", resumió DSK, que entonces ejercía como director gerente del FMI y estaba casado aún con la periodista Anne Sinclair.
Strauss-Kahn, que podría ser condenado a una pena máxima de diez años de cárcel y 1,5 millones de euros de multa, volverá al tribunal la semana próxima, del lunes al miércoles, para escuchar la petición fiscal y los alegatos de la defensa.