El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó que un grupo de oficiales de la Fuerza Aérea planeó bombardear el palacio presidencial.
AFPCARACAS.- El Presidente venezolano, Nicolás Maduro, aprovechó la conmemoración de las violentas protestas ocurridas hace un año, en las que murieron más de 40 personas, para anunciar el descubrimiento de un supuesto complot dirigido a derrocarlo.
"Hemos desarticulado, hemos desmantelado un atentado golpista contra la democracia, contra la estabilidad de nuestra patria. Se trata de un intento de utilizar a un grupo de oficiales de la aviación militar para provocar un hecho violento, un atentado, un ataque", declaró el jefe de Estado chavista en un discurso ante sus partidarios.
Según el Mandatario, varios oficiales, entre ellos un general, fueron detenidos durante la investigación del caso.
"Están presos los conjurados. Estamos desmantelando el resto de este atentado golpista", aseveró.
Al mismo tiempo, acusó a directivos opositores de participar en la presunta intentona.
El plan, según el Mandatario, estaba dirigido a ejecutar un "golpe de Estado" y asesinarlo junto a otros dirigentes oficialistas, e implicó a EE.UU. en la supuesta trama.
Bombardeo de palacio presidencial
"La estrategia trazada desde Washington", declaró Maduro, consistía en "artillar un avión Tucano y atacar el Palacio de Miraflores o donde yo participara" en actos conmemorativos convocados por el oficialismo con motivo del Día de la Juventud.
Los Tucano son pequeños aviones a hélice de fabricación brasileña utilizados en el entrenamiento de pilotos.
Según el Mandatario, el aparato sería internado clandestinamente al país antes del golpe, por lo que pidió a la vecina Colombia que mantenga vigilancia sobre sus fronteras.
Maduro habló en un acto ante sus partidarios mientras en Caracas y otras ciudades continuaban los enfrentamientos entre manifestantes opositores y fuerzas de seguridad.
Las protestas se produjeron en al menos cuatro de las principales ciudades y fueron más intensas en la capital, Caracas, y en San Cristóbal, en el estado de Táchira.
Venezuela está sumida en una severa crisis, con una galopante inflación que cerró el año pasado sobre 64%, graves problemas de desabastecimiento y una recesión que se agravaría este año si continúa la caída de los precios del petróleo, la principal fuente de ingresos del país.
La oposición ha desestimado denuncias similares esgrimidas por Maduro en torno a supuestos intentos de golpe, las que atribuye a una estrategia para distraer la atención de los venezolanos, mientras crece el descontento por las dificultades económicas.