COPENHAGUE.- El guardia asesinado en el atentado delante de una sinagoga en Copenhague posiblemente evitó un baño de sangre, ya que según relataron hoy testigos advirtió a los que estaban dentro del edificio celebrando.
"Es un héroe, nos salvó", dijo en declaraciones telefónicas a la cadena televisiva israelí Channel 2 la madre de la niña de 12 años cuyo bat mitzvah estaba teniendo lugar en la sinagoga. El festejo reunía en ese momento a unas 80 personas.
Tras los primeros disparos, el hombre, de 37 años, ingresó en la sinagoga, relató la madre. "Dijo que apagáramos la música y nos fuéramos todos al sótano".
Más tarde, ayudó a los policías a trasladar a los presentes a unos autobuses a través de una salida de emergencia. El hombre llevaba ya varios años como voluntario en el equipo de seguridad de la comunidad judía. En el atentado contra la sinagoga, el guardia resultó muerto tras recibir un disparo en la cabeza, mientras que otros dos policías fueron heridos.