PARÍS.- La fiscalía pidió hoy la imputación de cinco menores de entre 15 y 17 años y sin antecedentes penales a los que se atribuye la reciente profanación de un cementerio judío en el noreste de Francia y destacó el "móvil antisemita" de la acción.
"A pesar de que los interesados lo han negado, la connotación y el móvil antisemita aparecen claramente en su comportamiento", declaró en conferencia de prensa Philippe Vannier, fiscal encargado del caso de la profanación el pasado domingo de 250 tumbas de un cementerio judío de Sarre-Union.
Los cinco menores han reconocido su participación en los hechos, pero han negado que el antisemitismo motivara sus actos y han asegurado que ni siquiera sabían que se trataba de un cementerio judío.
Por el contrario, el fiscal afirmó que "sabían desde el principio que se trataba de un cementerio judío, o lo constataron inmediatamente por los símbolos", y agregó que durante su detención reconocieron incluso haber proferido insultos antisemitas como "sucios judíos", "sucia raza", ""Heil Hitler" o "Sieg Heil".
El diario "Le Parisien" precisó, citando fuentes de la investigación, que algunos de los jóvenes confesaron que habían orinado y escupido sobre las tumbas, aunque en los registros en sus domicilios no se encontró material con simbología nazi.
La fiscalía ha pedido que se abra una investigación judicial por "profanación y violación de sepulturas por motivo de la religión de los difuntos", así como por "degradación de bienes" en grupo.
Además, ha solicitado que se mantenga a los cinco adolescentes bajo control judicial y que se les interne en centros educativos.
Todos los jóvenes son originarios de la zona, al igual que sus familias, y podrían enfrentarse a una pena de hasta siete años de cárcel en caso de que no se les apliquen atenuantes por ser menores.
Tras el acto vandálico, uno de los menores, de 15 años, acudió a la gendarmería para entregarse y denunciar al resto de participantes.
El caso ha generado gran consternación en esa localidad alsaciana de unos 3.000 habitantes y en general en toda Francia, pues se trata de la profanación de mayor envergadura de un cementerio en los últimos 25 años.
Este tipo de actos vandálicos, a menudo con motivaciones religiosas, son frecuentes en Francia.
Ese mismo cementerio ya fue atacado en 1998 y en 2001 y hoy se ha sabido que anoche se asaltó una necrópolis cristiana de la región de Calvados, en el norte del país.