El frágil acuerdo suscrito en Minsk todavía no aleja el fantasma de los combates en el este de Ucrania.
Reuters (archivo)MOSCÚ.- Rusia reaccionó con fuerza este jueves ante la petición lanzada por el gobierno de Ucrania con el fin de desplegar una fuerza internacional en el este de ese país, intento que consideró como una vía para "destruir" el reciente acuerdo de paz suscrito en Kiev.
Así lo advirtió el embajador ruso ante Naciones Unidas, Vitali Churkin, en declaraciones a la agencia de prensa RIA Novosti.
"Cuando alguien, en vez de hacer lo que acordó, promete un nuevo esquema, de entrada levanta sospechas de querer destruir los acuerdos de Minsk", afirmó el diplomático.
Los acuerdos "acaban de ser firmados", recordó el embajador, por lo que "si se proponen enseguida otros esquemas, la cuestión es saber si serán respetados o no".
Luego de perder el miércoles el control de la ciudad clave de Debaltsevo a manos de los rebeldes prorrusos, el Presidente ucraniano, Petró Poroshenko, anunció que su país solicitará el envío de un contingente internacional para mantener la paz.
La propuesta de desplegar ese contingente, que supervisaría el límite ruso-ucraniano y la línea que separa Ucrania de los territorios insurgentes, fue adoptada por el Consejo de Seguridad Nacional en Kiev. No obstante, todavía tiene que ser votada en el Parlamento ucraniano.
La semana pasada, tras 16 horas de negociaciones, el grupo de contacto de Ucrania, formado por representantes de Moscú, Kiev y la OSCE, firmó un acuerdo con los rebeldes separatistas para un alto el fuego y la retirada de las armas pesadas. La frágil concordia es amenazada por la reanudación de las hostilidades y las advertencias lanzadas por ambos bandos.