BUENOS AIRES.- La testigo Natalia Fernández, que denunció irregularidades en el operativo que realizó la policía en el departamento de Alberto Nisman, aseguró que no cambió su relato durante su declaración ante la fiscal Viviana Fein, pese a que la persecutora dijo lo contrario la semana pasada.
"Puede que entre lo que le dije a Clarín y lo que declaré haya diferencias, porque fui mucho más puntillosa con horarios y demás, pero no cambié mi relato en sí. Más que nada mi problema de memoria es con los horarios", afirmó la mujer sobre su declaración ante la fiscal.
En conversación con el diario Perfil, la joven criticó el comunicado que emitió la fiscal, donde afirmó que"la testigo del procedimiento [...] modificó su relato respecto de la información que fue divulgada a través de distintos medios de comunicación".
Al respecto, respondió asegurando que "ustedes [los periodistas] le creen a un comunicado de Fein sobre mi declaración con ella, pero mi declaración ni yo la tengo, pedí copia pero me dijeron que no. Sólo en este país te toma declaración la misma persona que te dice «mentirosa» por desacreditar su forma de trabajo".
La mujer participó, a pedido de la Prefectura, del procedimiento que se realizó en la madrugada del lunes 19 de enero en el departamento del piso 13 de la torre Le Parc, donde Nisman había aparecido muerto, horas antes, con un tiro en la cabeza.
"Seguro que (la ex esposa de Nisman, la jueza Sandra) Arroyo Salgado no cree que soy una chanta", agregó la mujer.
Semana decisiva
La Justicia argentina debe decidir esta semana si acepta la imputación de la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas solicitada por el fiscal Alberto Nisman.
El juez Daniel Rafecas, a cargo de la causa, tiene que resolver también si aprueba las 50 medidas de prueba requeridas por el fiscal Gerardo Pollicita, que incluyen allanamientos, exámenes de telecomunicaciones y declaraciones testimoniales.
La muerte de Nisman, en circunstancias aún sin aclarar, dejó en segundo plano durante un mes la demanda judicial contra Fernández, hasta que Pollicita volvió a situarla en el centro de la escena al acusar a la mandataria y varios colaboradores de "encubrimiento por favorecimiento personal agravado" y posible "incumplimiento de los deberes de funcionario público".
Pollicita descartó por el momento llamar a indagatoria a Fernández y al canciller, Héctor Timerman, tal y como sí había reclamado Nisman en la denuncia que presentó contra ella cuatro días antes de morir.
La imputación de la mandataria supondría un serio revés judicial para el Gobierno de Fernández, que tiene varias causas abiertas y mantiene un duro enfrentamiento con el poder judicial.
Tras confirmarse el procesamiento del vicepresidente, Amado Boudou, en un caso por presunta corrupción y la ratificación de la investigación a una empresa participada por la presidenta, el Ejecutivo denunció el viernes la existencia de un "ataque" contra el Gobierno orquestado entre la Justicia y las corporaciones.