BRASILIA.- La Suprema Corte de Justicia de Brasil inició investigaciones contra los gobernadores de Acre, Tião Viana, y de Río de Janeiro, Luiz Fernando Pezão, por su posible participación en la trama de corrupción en Petrobras, informó el jueves la oficina de prensa del tribunal.
Los pedidos de investigación a Viana (del Partido de los Trabajadores) y Pezão (del Partido del Movimiento Democrático Brasileño) fueron realizados por la vice procuradora general, Ela Wiecko.
La viceproduradora también pidió a la Suprema Corte que investigue al ex gobernador de Río de Janeiro, Sérgio Cabral, por delitos relacionados con el mismo esquema.
Poco antes de la divulgación formal del inicio de las investigaciones, Pezão difundió una nota diciendo que respeta la decisión de la procuraduría "de investigar por la cita de su nombre en declaraciones formuladas por el ex director de Petrobras Paulo Roberto Costa".
Pero Pezão aclaró que para él el testimonio de Costa, obtenido a partir de un acuerdo de delación compensada con el ex ejecutivo, era "absurdo".
La semana pasada la Corte Suprema autorizó iniciar una investigación contra 49 personas investigadas por la operación "Lava Jato", la mayoría de ellas dirigentes políticos con fueros.
La decisión llega justo cuando nuevas protestas contra la presidenta Dilma Rousseff han sido convocadas para el domingo en todo Brasil, cuando el país atraviesa un panorama económico complejo y la mayor investigación de corrupción de su historia.
Menos de tres meses después de iniciar su segundo mandato, Rousseff enfrenta duras críticas por la situación económica y por la gigantesca trama de corrupción descubierta en la estatal.
La economía ha crecido muy poco en los últimos cuatro años y está ahora estancada, hay déficit de cuentas públicas, inflación elevada (7,7% en 12 meses) y el real se ha devaluado 30% en 12 meses. El gobierno impulsa un ajuste fiscal para poner la casa en orden, pero esto disgusta a su vez a parte de la izquierda.
La popularidad de Rousseff cayó 19 puntos en febrero, a 23%, y en barrios ricos de Sao Paulo y otras ciudades del país su discurso del domingo a favor de un ajuste económico fue objeto de cacerolazos. La presidenta fue luego abucheada en el Salón de la Construcción, también en la capital económica del país.