Benjamin Netanyahu celebró su victoria en las elecciones israelíes sobre la candidatura de centroizquierda de Isaac Herzog.
ReutersJERUSALÉN.- Luego de una competencia que matuvo en vilo al país, finalmente el actual Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, conservará su cargo luego de la victoria conseguida por su formación política nacionalista.
El Likud conseguía este miércoles un claro margen de ventaja sobre la coalición de centroizquierda Campo Sionista que encabeza el laborista Isaac Herzog, según los conteos más recientes.
Los resultados oficiales difundidos esta madrugada por la Comisión Electoral, al terminar el escrutinio de casi el 100% de los votos emitidos, la formación de Netanyahu obtiene 29 escaños y sus contendores 24, resultado que revalidará al actual jefe de Gobierno en su cargo por tercera vez consecutiva, según observadores.
El escenario contrasta fuertemente con el que mostraban las primeras encuestas a boca de urna, que señalaban una cerrada disputa entre ambas opciones.
Los resultados más recientes indicarían que el jefe de Gobierno tendría una tarea relativamente fácil para formar una coalición mayoritaria con los aliados de línea dura del Likud y los partidos religiosos.
Un eventual pacto de gobierno podría ser integrado en principio por las formaciones ultranacionalistas Hogar Judío e Israel Beitenu y los partidos ultraortodoxos Shas y Judaísmo Unido de la Torá, además del centroderechista Kulanu.
Más temprano, el líder nacionalista había proclamado su victoria mientras el escrutinio mostraba una tendencia favorable a su partido.
La participación en las elecciones habría superado 65%, de acuerdo a antecedentes conocidos este miércoles.
Dura campaña
El triunfo de "Bibi" vino luego de una dura campaña en la que los problemas vinculados a las relaciones externas de Israel no estuvieron ausentes. El jefe de Gobierno protagonizó, en plena competencia electoral, un polémico discurso ante el Congreso de EE.UU. en el que criticó los acercamientos entre Washington y Teherán, uno de sus "caballos de batalla" recurrentes en el plano internacional.
Entre los episodios más polémicos de la competición electoral se contó un polémico posteo hecho por el ahora triunfante candidato, quien llamó a sus seguidores a concurrir a las urnas para "contrarrestar" la creciente votación de la minoría árabe israelí.
"Los votantes árabes están acudiendo en masa a las urnas. Organizaciones de izquierda los están transportando", escribió.
El comentario fue motejado de "racista" por parlamentarios de centroizquierda.