BERLÍN.- La Canciller alemana, Angela Merkel, recibe este lunes en Berlín al Primer Ministro griego Alexis Tsipras en un intento de rebajar las tensiones entre ambos países, mientras Atenas trata de destrabar un último tramo de asistencia financiera.
El gobierno griego de izquierda radical quiere terminar con la política de austeridad impuesta por la troika formada por la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).
"Es necesario que vuelva a mejorar la relación entre Alemania y Grecia. Hoy es el día perfecto para eso", opinó en el canal NTV Alexander Kritikos, director de investigación en el instituto alemán DIW.
El ministro de Exteriores alemán, Frank-Walter Steinmeier, llamó en la noche del domingo a rebajar las tensiones que envenenaron las relaciones entre Berlín y Atenas en las últimas semanas.
"No podemos permitir que las cuestiones importantes y difíciles que debemos resolver juntos en Europa minen los sólidos fundamentos de las relaciones entre Alemania y Grecia", declaró tras una reunión con su homólogo Nikos Kotzias.
Merkel también se mostró dispuesta a reforzar la comprensión mutua entre ambos gobiernos.
Su ministro de Finanzas, Wolfgang Schauble, se encargó, no obstante, la semana pasada de subir el tono, cansado de las declaraciones de su homólogo griego, Yanis Varoufakis.
"El tiempo se agota para Grecia", avisó el ministro conservador, uno de los más intransigentes sobre la necesidad de mantener el rigor presupuestario.
"Hasta ahora nadie entendió lo que quiere el gobierno griego", lamentó.
- Ayuda a cambio de reformas -
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Grecia afronta importantes vencimientos de deuda y espera un desembolso rápido de al menos una parte del último tramo de ayuda de 7.200 millones de euros, tras la prolongación del programa de asistencia financiera decidida el 20 de febrero.
Ese desembolso depende de la puesta en marcha de reformas por Atenas. Tsipras podría presentar este lunes a Merkel un primer borrador de la lista detallada, aunque ya avisó de que no habrá "nuevas medidas de austeridad".
Si no se desbloquean esos fondos a corto plazo, será "imposible asegurar el servicio de la deuda en las próximas semanas", alertó el primer ministro griego en una carta a Merkel fechada el 15 de marzo, y citada este lunes por el Financial Times.
Esa misiva habría provocado la minicumbre que se celebró la noche del pasado jueves en Bruselas, en la que participaron el presidente francés, François Hollande, y Merkel, además de Tsipras.
La canciller alemana y su homólogo griego deberían aprovechar su primera rueda de prensa conjunta para recordar el único objetivo sobre el que siempre estuvieron de acuerdo: mantener a Grecia en la eurozona.
El tono podría volver a endurecerse si Tsipras insiste en reclamar reparaciones a Alemania por los crímenes de la Segunda Guerra Mundial.
Incluso el diario alemán Bild, que suele echar leña al fuego en esos conflictos y cristalizar el descontento de una población cada vez más hostil con los planes de ayuda a los países del sur de Europa, firmó una tregua. "Bienvenido a Alemania, señor Tsipras", rezaba este lunes su portada.
La ONG Avaaz pidió, por otra parte, a las parejas greco-alemanas que se junten este lunes ante la cancillería y se besen bajo las ventanas de Merkel.