SANÁ.- La coalición liderada por Arabia Saudita efectuó hoy otras cinco incursiones aéreas contra posiciones del movimiento yemení de los hutíes en la capital Saná y en la provincia septentrional de Saada, bastión de los rebeldes.
Los bombardeos en Saná y sus alrededores tuvieron como principales objetivos los cuarteles de las Fuerzas de Reservistas, antigua Guardia Republicana, leales a los hutíes.
Los cuarteles bombardeados fueron la jefatura de las Fuerzas de Reservistas, en la zona de Al Sabaha, al oeste de Saná, y dos sedes importantes situadas al norte de la ciudad, cerca del aeropuerto internacional.
También fue bombardeado el complejo presidencial, en manos del grupo rebelde chií, que ya sufrió las operaciones de la coalición el jueves.
El sur de la capital fue blanco de otro ataque aéreo, lanzado contra el área de Sanaa, próxima al acomodado barrio de Hada, donde se encuentran la mayoría de las embajadas.
En cuanto a Saada, que está bajo el control de los hutíes desde 2010, los aviones bombardearon el mercado de la localidad de Qutaf al Boqa, cerca de frontera con Arabia Saudí.
Testigos explicaron que el ataque causó víctimas civiles, aunque no pudieron precisar una cifra.
Arabia Saudí, al frente de una coalición de diez países (Kuwait, Catar, Emiratos, Baréin, Egipto, Jordania, Marruecos, Sudán y Pakistán) lanzó el jueves de madrugada una ofensiva con el objetivo de frenar el avance de las milicias chiíes, que acosaban al presidente Abdo Rabu Mansur Hadi en la ciudad Adén.
El portavoz de la operación militar denominada "Tormenta de la Firmeza", el general saudí Ahmed al Asiri, aseguró ayer que no planea una operación terrestre en el Yemen, aunque no descartó esa opción "en caso de necesidad".
El comandante agregó que los bombardeos se dirigen principalmente contra las bases militares aéreas y las posiciones de las baterías antiaéreas en manos de los rebeldes hutíes, que cuentan con el respaldo de Irán.