Reuters
BEIJING.- Las autoridades chinas decretaron este martes una alerta tóxica tras la explosión y posterior incendio de una fábrica de productos químicos que sufrió un incidente similar hace dos años, que causó unos 14 lesionados según distintas fuentes.
La explosión ocurrió alrededor de las 19:00 de la tarde del lunes en la planta química de “Dragon Aromatics” en la ciudad de Zhanghzhou, donde más de 700 bomberos continúan sofocando el fuego.
El departamento de bomberos de la provincia de Zhangzhou señaló en su microblog que una sustancia química tóxica se había filtrado y que un número indeterminado de personas resultaron heridas por cristales a consecuencia de la explosión.
Los medios locales informaron de que al menos 14 personas sufrieron heridas, dos de ellas de gravedad, mientras que la televisión estatal señaló que al menos cinco personas fueron heridas por restos de vidrios durante la explosión.
Esta misma fuente dijo que varios médicos y 120 agentes medioambientales se desplegaron en la zona de la explosión equipados con equipos de protección.
La planta, que también sufrió una explosión en julio de 2013 aunque no hubo víctimas ni fugas químicas, es propiedad del grupo petroquímico taiwanés Xianglu, un importante productor de paraxileno.
El paraxileno -un producto químico utilizado en la fabricación de ropa de poliéster y botellas de plástico- es peligroso si se inhala o se absorbe por la piel, y puede dañar los órganos abdominales y el sistema nervioso.
En un principio, la fábrica iba a ser construida en la ciudad costera de Xiamen, también situada en la misma provincia, pero la compañía decidió cambiar la localización tras una multitudinaria protesta en 2007.
Los residentes cercanos a la planta han sido traslados a 18 kilómetros del lugar de la explosión, según declararon varios testigos a medios locales.
La planta era propiedad del magnate fugitivo taiwanés Chen Yu-hao, quien fue acusado en 2003 de presunta malversación de 2.260 millones de dólares y huyó a China continental para establecer la fábrica, según informó la Agencia Central de Noticias de Taiwán.
Las plantas químicas en China son motivo frecuente de queja por parte de la población, que denuncia, a veces mediante multitudinarias protestas que han paralizado proyectos, la emisión de gases tóxicos y la falta de seguridad en las mismas.