La jueza Sandra Arroyo, ex mujer de Nisman, acusa a la fiscal de falta de objetividad para investigar el caso.
EFEBUENOS AIRES.- La justicia argentina rechazó la solicitud de recusación contra la fiscal que investiga la muerte de Alberto Nisman, que interpuso su ex mujer, y confirmó que la funcionaria seguirá a cargo de la indagatoria.
La decisión fue adoptada por la jueza que instruye la causa, Fabiana Palmaghini, quien ratificó a Viviana Fein para que siga al frente de la investigación, y confirmó una diligencia ordenada por la fiscal.
La jueza tomó la medida tras recibir ayer en audiencia a la persecutora y a la ex mujer de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado –quien actúa como querellante–, para estudiar la solicitud de recusación.
La ex mujer de Nisman –que asegura que éste fue asesinado– ha denunciado públicamente supuestas irregularidades y errores en la dirección de la investigación que encabeza la fiscal, a quien acusa de no ser neutral y "aferrarse a la hipótesis de suicidio".
La relación entre Arroyo y la fiscal fue tensa desde el comienzo de la pesquisa, que hasta el momento no ha arrojado pruebas concluyentes sobre la muerte de Nisman.
La fiscal Fein asegura que, a partir de las pruebas recogidas, no puede inclinarse por la hipótesis del suicidio o la del asesinato.
Además, los resultados de las pericias encomendadas por Fein guardan claras diferencias con las conclusiones de peritos contratados por Arroyo, incluso respecto de la hora y la fecha de la muerte del fiscal.
A través de un comunicado, Fein informó que la investigación sobre la muerte de Nisman se centra ahora en el análisis de pertenencias de Diego Lagomarsino, el colaborador informático del fiscal y único imputado en el caso por prestarle el arma que acabó con su vida.
La fiscal indicó que quiere analizar "manchas encontradas en las prendas, zapatillas y otros objetos secuestrados en el domicilio de Diego Lagomarsino".
También anunció que la madre de Nisman, Sara Garfunkel, prestará una nueva declaración testimonial.