CIUDAD DE PANAMÁ.- Estados Unidos ya no puede interferir libremente en los asuntos de los países de América Latina, dijo el viernes el presidente Barack Obama, que busca hacer las paces con Cuba, su antiguo enemigo durante la guerra fría.
"Los días en que nuestra agenda en este hemisferio a menudo suponía que Estados Unidos podía interferir con impunidad están en el pasado", dijo Obama en la Cumbre de las Américas en Panamá, un día antes de reunirse con el presidente cubano Raúl Castro.
Por otro lado, fustigó ante empresarios de la región a los líderes latinoamericanos que no han dejado atrás aún los dogmas económicos que definieron la era de la Guerra Fría.
En declaraciones a ejecutivos de la industria de todo el continente americano, Obama presionó por soluciones pragmáticas a la dialéctica de larga data sobre el papel del Estado en el desarrollo económico impulsado por las empresas.
"Solía plantearse que o bien se tenía un modelo económico estatista (...) o bien un mercado completamente libre", dijo.
"En virtud de la sabiduría, y de algunas cosas que no funcionaro y de otras que sí, creo que todos en esta región tienen soluciones muy pragmáticas, o una orientación pragmática", señaló.
Pero, aclaró, "tal vez no todos, pero sí casi todos", dijo con una mueca burlona que generó risas de la audiencia.
Si bien buena parte de América Latina ya abandonó las políticas económicas populistas o comunistas, Estados Unidos aún mantiene conflictos con países como Bolivia, Cuba, Nicaragua y Venezuela a raíz de inclinaciones ideológicas de sus gobiernos.