Reuters
BEIJING.- La policía china cambió los cargos que presenta contra las cinco jóvenes feministas a la hora de presentarlos ante la Fiscalía y ahora les acusa de "congregar a multitudes para interrumpir el orden en un espacio público", punible con hasta cinco años de cárcel.
Según publica este sábado el diario hongkonés South China Morning Post, que cita a un abogado de las mujeres, Liang Xiaojun, la policía modificó el viernes el cargo inicial de "alterar el orden y causar problemas" por el actual cuando transmitió el caso a la Fiscalía, que tiene que decidir si abre una causa oficial contra ellas.
Ambos cargos pueden ser castigados con penas de hasta cinco años de cárcel, y las autoridades judiciales tienen hasta el lunes para decidir si las ponen en libertad o las acusan formalmente.
Liang consideró que la policía ha decidido enfatizar la interrupción del orden público para sugerir que las mujeres suponían un peligro para la seguridad pública, de más peso para que sea aceptado por la Fiscalía, apunta el SCMP.
Wu Rongrong, Wei Tingting, Wang Man, Zheng Churan y Li Tingting, de edades comprendidas entre los 20 y los 30 años, fueron arrestadas entre el 6 y el 7 de marzo pasados, en la víspera de la celebración del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo.
Entonces las feministas tenían previsto repartir panfletos y pegatinas contra las agresiones sexuales en el transporte público en diversas ciudades de China, entre ellas Beijing.
En los pasados años, y sobre todo desde que Xi Jinping ocupó la presidencia en 2013, muchos activistas de derechos humanos han sido detenidos y enviados a prisión por cargos similares, entre ellos el fundador del Movimiento Nuevo Ciudadano, Xu Zhiyong, una agrupación civil que lucha contra la corrupción.
Las detenidas forman el grupo de feministas más activo en China y son conocidas por la creatividad y el humor de sus iniciativas para luchar por los derechos de la mujer y de la comunidad LGTB en este país.
Su arresto ha desencadenado una gran campaña de protesta internacional, por parte de, por ejemplo, la exsecretaria de Estado de EE.UU. Hillary Clinton, pero también en China, donde, a pesar de la intimidación y la censura del régimen, estudiantes y trabajadores han impulsado una campaña para pedir su liberación.
No obstante, el gobierno chino sólo ha respondido a las críticas afirmando, como repite en casos similares, que gestionará la situación de las mujeres "de acuerdo a la ley".