NASHVILLE.- La Corte Suprema de Tennessee pospuso las ejecuciones de cuatro de sus reos, suspendiéndolas hasta que se decida si los protocolos actuales son constitucionales.
La última vez que este estado llevó a cabo este tipo de prácticas fue en 2009, y desde ese momento las impugnaciones legales y problemas para obtener los fármacos usados en las inyecciones letales impidieron su realización.
En 2012 y 2014, intentaron reiniciar el proceso con un nuevo método de inyección letal y la reinstauración de la silla eléctrica como forma alternativa, esto para la ejecución de 11 reclusos, sin embargo, uno de ellos murió en prisión y los otros casos fueron aplazados.
El pasado viernes en el Tribunal se tomó la decisión de retrasar las últimas cuatro condenas programadas, aseverando que se fijarán nuevas fechas una vez se resuelvan los asuntos legales.
Por su parte, los abogados de los reos están tratando de forzar al estado a entregar los nombres de las personas que forman el equipo de ejecuciones, incluyendo al farmacéutico que prepara las inyecciones letales, con el fin de determinar si los profesionales están debidamente calificados. Sin embargo, el mes pasado, la Corte declaró que no existe la necesidad de revelar esos nombres.
La principal razón que explicaría esta escasez de drogas para ejecuciones es porque los productores europeos se niegan a suministrarlas a prisiones para darles ese uso.