BEIJING.- Las cinco feministas chinas detenidas en marzo cuando intentaban lanzar una campaña contra las agresiones sexuales, y cuya liberación había sido exigida por ONGs y gobiernos de todo el mundo, fueron puestas en libertad bajo fianza anoche, confirmaron este martes diversas organizaciones de derechos humanos.
Uno de los abogados de las cinco detenidas, Wang Qiushi, había informado a Efe en la tarde de ayer, lunes, sobre la liberación de tres de ellas (Wang Man, Zheng Churan y Wei Tingting), mientras que la puesta en libertad de las otras dos (Wu Rongrong y Li Tingting, consideradas las más activas) se confirmó de madrugada.
"La decisión de liberarlas es un paso adelante muy alentador", comentó en un comunicado la organización de derechos humanos Amnistía Internacional, quien advirtió, no obstante, de que todavía sigue siendo necesario que las autoridades retiren todos los cargos contra ellas (cargos que todavía se desconocen y podrían anunciarse en el futuro).
A pesar de que la Fiscalía aprobó su salida del centro de detención de Beijing en el que se encontraban, las feministas no disfrutarán de "una libertad total", señalaron sus abogados, ya que no podrán viajar o contactar con medios de comunicación, entre otras limitaciones.
Las cinco activistas, de entre 20 y 35 años de edad, fueron detenidas poco antes del Día Internacional de la Mujer (8 de marzo), cuando tenían previsto repartir pegatinas contra las agresiones sexuales en el transporte público en diferentes ciudades de China.
Este lunes, se cumplía el plazo que recoge la ley china para que la Fiscalía decidiera liberar -algo poco frecuente en casos de activistas de derechos humanos- o presentar cargos formales contra las detenidas, el primer paso para un juicio que con frecuencia acaba en condena.
Las autoridades chinas no suelen cumplir de forma estricta los plazos que recoge la ley, si bien expertos consideran que en este caso la gran atención mediática dentro y fuera de China les ha empujado a hacerlo y a liberar al quinteto.
La detención de las feministas levantó la mayor oleada de protestas de los últimos años, según han coincidido activistas y ONG chinas e internacionales.
La respuesta de la comunidad internacional tampoco se quedó atrás: junto a otras personalidades, el secretario de Estado y el vicepresidente de EEUU, John Kerry y Joe Biden, respectivamente, también se sumaron este fin de semana a la protesta, algo que China consideró una injerencia en sus asuntos internos.
"Pedimos a EEUU que respete la soberanía judicial china y deje de interferir en nuestros asuntos internos bajo cualquier pretexto", destacó al respecto ayer, en rueda de prensa, el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei.