BAGDAD.- Al menos 26 civiles murieron en un ataque aéreo liderado por Estados Unidos contra la milicia terrorista Estado Islámico (ISIS) en la ciudad de Mosul, en el norte de Irak, bastión clave para los yihadistas.
Al hecho se suma que ocho peregrinos chiitas murieron y otros 17 resultaron heridos en un ataque suicida perpetrado en la noche del miércoles en la ciudad santa de Samarra.
El atacante, que llevaba un cinturón con explosivos, se inmoló en medio de una multitud de peregrinos que conmemoraban la muerte del imán chiita del siglo IX Ali al-Hadi.
El santuario dedicado a Ali al-Hadi y a su hijo, Hasan al Askari, es uno de los sitios más sagrados del islam chiita.
El sitio fue arrasado en 2006 a consecuencia de un ataque con bombas que fue atribuido a extremistas sunitas y desencadenó una ola de violentas represalias en todo el país que causaron muchas muertes.
Nadie se atribuyó hasta el momento la responsabilidad del atentado de hoy en Samarra. Sin embargo, ISIS ha sido responsable de numerosos ataques previos contra civiles chiitas y fuerzas de seguridad.
Pese a que la mayoría de su población es sunita, Samarra ha sido uno de los bastiones del gobierno de Bagdad y de las milicias chiitas progubernamentales desde que la milicia conquistó el año pasado amplias áreas del norte y el oeste de Irak.
La ciudad fue una de las bases para una ofensiva lanzada a principios de mes por las fuerzas de seguridad iraquíes y las milicias chiitas con el respaldo de ataques aéreos internacionales que permitió recuperar la ciudad sunita de Tikrit, ubicada 50 kilómetros más al norte, que ISIS había conquistado antes tras un mes de combates.