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EFEPARÍS.- Los servicios secretos franceses vigilan a cerca de 1.600 personas que creen potencialmente peligrosas y que, según consideran, podrían participar en acciones terroristas, señaló hoy el fiscal de París, François Moulins.
Además, según dijo el mismo fiscal en unas declaraciones a "France Info", hay "miles y miles de personas que desarrollan signos débiles" sobre una posible voluntad terrorista.
Moulins, que es el encargado de dirigir la investigación de presuntos planes terroristas como el desbaratado hace más de una semana para atentar contra una o dos iglesias en las afueras de París, explicó que están surgiendo nuevos perfiles de sospechosos.
Precisó que su peculiaridad es que no se trata de células terroristas, sino de "individuos radicalizados" que en muchos casos esconden sus convicciones para no levantar sospechas, y que pueden actuar con ayuda exterior.
El responsable de la fiscalía antiterrorista no entró en detalles sobre la operación que abortó el atentado contra las iglesias, aunque insistió en que el principal sospechoso, el argelino Sid Ahmed Ghlam, recibió ayuda para disponer de coches y de armas.
Moulins, que participa en un encuentro internacional de magistrados antiterroristas que se inicia hoy en París, consideró "indispensable" la cooperación entre países para luchar contra los terroristas.
El problema, añadió, es "cuando tenemos que trabajar con países que no tienen una voluntad suficiente" o cuyo sistema jurídico es muy diferente.