BERLÍN.- Los servicios secretos de Estados Unidos emplearon un centro de la inteligencia alemana para espiar desde allí al Elíseo (sede de la presidencia francesa), al Ministerio de Exteriores francés y a la Comisión Europea (CE) en Bruselas, publican varios medios alemanes.
El diario "Süddeutsche Zeitung" y los canales de televisión "NDR" y "WDR" publican esta información citando "investigaciones internas de los servicios secretos (alemanes) y de la Cancillería", que arrancaron a raíz del escándalo en marcha por la supuesta cooperación encubierta del Servicio Federal de Información (BND) alemán con la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos.
La controversia arrancó el pasado 23 de abril, cuando la publicación alemana "Der Spiegel" difundió que el BND, los servicios secretos alemanes para el exterior, espiaron a políticos y empresas dentro de Alemania y facilitaron esa información a NSA, la misma involucrada en el espionaje masivo a escala global de las comunicaciones, según denunció el ex analista de la CIA estadounidense Edward Snowden.
A raíz de esta información, el portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, reconoció "déficit técnicos y organizativos" en el BND que era preciso "subsanar".
Al día siguiente el diario alemán "Bild" agregó que el BND filtró a la NSA "cientos de miles de datos de empresas y organizaciones en Europa, que habrían sido espiadas" y que la inteligencia alemana "enviaba regularmente los resultados" de su trabajo a sus homólogos estadounidenses.
La comisión parlamentaria que investiga el escándalo de la NSA desde las revelaciones de Snowden pudo constatar recientemente que dicha agencia requirió al BND unos 40.000 datos (números de teléfono, IP de ordenadores, cuentas de correo electrónico, entre otros) que no tenían relación alguna con el terrorismo, su ámbito estricto de cooperación.
La oposición y varios colectivos en defensa de la privacidad han cargado contra los servicios secretos y el Gobierno por este nuevo escándalo, que viene a sumarse a todas las revelaciones sobre la inteligencia alemana de los documentos que filtró Snowden.
En el punto de mira de las críticas se encuentra el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, un político especialmente cercano a la canciller, Angela Merkel.