La Unión Europea criticó los dichos del primer ministro de Hungría.
APBRUSELAS.- El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, informó este jueves al primer ministro de Hungría, Viktor Orban, que habrá un conflicto si mantiene su decisión de reabrir el debate sobre la pena de muerte en su país.
Juncker declaró que la carta de derechos fundamentales de la UE prohíbe este tipo de prácticas, y "Orban debería decir inmediatamente y de forma clara que esa no es su intención. Si es su intención, habrá una batalla".
El primer ministro afirmó el martes que la cuestión de la pena de muerte debía ser debatida nuevamente, subrayando que la legislación húngara —una de las más severas de Europa— no es lo "suficientemente persuasiva".
Estas declaraciones desataron una agria reacción por parte de Bruselas, que ya se ha enfrentado en otras ocasiones al gobierno de Budapest por sus posturas en materia de derechos humanos y sociedad civil.
Las reacciones contrarias vinieron incluso de su propia familia política en las instituciones comunitarias, el Partido Popular Europeo, que reagrupa a conservadores y democristianos, entre los que se encuentra el propio Juncker.
Hungría abolió la pena capital tras el fin del comunismo en 1990 y según los protocolos de la UE, a la cual se unió en 2004, no puede restablecerla.